Ruta: círculo gastronómico desde Tijuana hasta Tecate (por la vía larga, obviamente).
Duración: cinco noches.
Coche sugerido: Ford Lobo.
Objetivo
Una gran diversidad de eventos y activaciones se llevarán a cabo este año para celebrar la gastronomía de Baja California como una de las más auténticas y complejas del mundo; por sus ingredientes, sus rutas gastronómicas, la fusión cultural de sus platillos y por ser cuna de chefs revolucionarios de prestigio mundial.
La siguiente ruta te permitirá disfrutar de la tradición y la innovación culinaria de Baja California con productos que van desde la cerveza artesanal de Tijuana y Mexicali, los food truck parks de Tijuana, la legendaria ensalada César, los mariscos de Ensenada, la langosta de Puerto Nuevo en Rosarito, los ostiones de San Quintín, la cocina oriental de Mexicali, el pan artesanal de Tecate y hasta los mundialmente famosos viñedos de la región del Valle de Guadalupe.
Punto de partida: “Tijuana, sabor fronterizo”
Tijuana ha dejado de ser un sitio de paso para convertirse en una ciudad trendy, llena de sabores contrastantes, cultura y diversión. Se saborea a pedazos, desde los puestos callejeros de mariscos, burritos y tacos pasando por los más de 12 food truck parks hasta aterrizar en los exquisitos restaurantes donde chefs mundialmente galardonados crean obras de arte. Aquí puedes encontrar los sabores urbanos de personalidades como Miguel Ángel Guerrero, Javier Plascencia, Giovanni Brassea, Diego Hernández o Benito Molina.
Primera parada: “Rosarito a Ensenada”
Manejando la costa del Pacífico rumbo al sur aparece la primera parada, Rosarito, de playas extensas, parques subacuáticos y con un sitio legendario: Puerto Nuevo, donde se preparan los famosos tacos de langosta. Sin embargo, Rosarito en sí mismo es un gran lugar para disfrutar nuevas tendencias en la comida, con lugares como Betuccinis, Nido, La Estancia o Tapanco. Poco más al sur, sobre una carretera escénica, aparece Ensenada, una meca gastronómica por los frescos y exóticos productos de mar –hay puestos verdaderamente exquisitos como la Guerrerense– y porque ahí se reúnen varios de los famosos chefs a experimentar en restaurantes como Manzanilla, Muelle 3 u Ophelias.
Si hay tiempo vale la pena extender la ruta hasta San Quintín para saborear lo más fresco del mar. Basta con sumergirte en las profundidades para encontrar ostiones listos para comer.
Segunda parada: “El Valle de Guadalupe”
Hay un rincón que innegablemente ha puesto en alto el nombre de la gastronomía de nuestro país. En el Valle de Guadalupe se cosecha mucho más que uvas y se produce mucho más que vino; aquí se fermenta una escena auténtica de artistas, chefs y enólogos que han creado uno de los sitios más disfrutables del país. En el Valle vale la pena perderse entre los viñedos, pero es fundamentar disfrutar de su oferta de restaurantes como La Esperanza, Finca Altozano, Latitud 32, Malva o Corazón de Tierra, que mezclan influencias mediterráneas, rusas, asiáticas y latinas con ingredientes de mar y de tierra.
La última y nos vamos: “Mexicali a Tecate”.
Siguiendo la ruta por el Valle llegarás a Mexicali, donde es famosa la comida oriental debido a la enorme cantidad de inmigrantes chinos y en la que también se encuentran exquisitos cortes de carne que maridar con una importante escena de cerveza local. Y para terminar este circuito deberás dirigirte hacia Tecate, donde además de disfrutar de impresionantes spas podrás degustar el típico pan artesanal justo antes de regresar al punto de partida, Tijuana.