Alberto Contador ayer dijo adiós al Tour de Francia en la novena etapa, afectado por una fiebre que mermaba sus fuerzas, la gota que colmó el vaso de sus desgracias, iniciadas con dos caídas en las dos primeras etapas que le impidieron estar al nivel de los otros favoritos.
Es la segunda vez que el ciclista del Tinkoff, de 33 años, se marcha antes de tiempo de una gran vuelta, tras el abandono en el Tour de 2014 con una fractura en el peroné provocada por una caída en el descenso del Petit Ballon, un puerto escarpado de los Vosgos.
“Esta mañana me he levantado con algo de fiebre y no podía continuar. Desde las caídas de los dos primeros días no me sentía bien y eso me ha llevado a tomar la decisión de retirarme”, indicó el ciclista del Tinkoff, que puso pie en tierra cuando se habían disputado 80 kilómetros de la etapa que había comenzado en la localidad española de Vielha y restaban 100 hasta la meta en la estación andorrana de Arcalis.