Este lunes, la Secretaría de Gobernación y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) reanudan su mesa de trabajo, esto, seis días después de que intercambiaran propuestas de cómo salir de la crisis que vive Oaxaca desde el 15 de mayo por las protestas contra la reforma educativa.
La demanda de la CNTE se centra en la abrogación de los cambios de 2013 a los artículos 3 y 73 la Constitución, los cuales son el corazón de la reforma educativa al volver obligatorias las evaluaciones para ingresar, permanecer y ascender como maestro, además de la operación del servicio magisterial; una exigencia que se ve lejana de cumplirse, pues el gobierno federal, a través de diversas instancias, ha anunciado que eso no pasará.
Aunque la demanda de la Coordinadora se centra en la reforma constitucional, el conflicto está en el artículo 53 de la Ley General de Servicio Profesional Docente, el cual establece que si el profesor obtiene calificación insuficiente en tres exámenes será dado de baja del servicio.
Para cumplir la demanda magisterial, los maestros disidentes requieren de dos terceras partes del legislativo federal y al menos 17 congresos locales para lograr su objetivo. En cambio, si bajan sus demandas y sólo piden la reforma a la Ley General, sólo requerirían mayoría simple en el Congreso de la Unión.
Cifra
3 actividades, previo a su encuentro en la Segob, los maestros disidentes anunciaron, como bloqueos en oficinas de la SEP, apoyo a los padres de los 43 en un mitin en PGR y una marcha de Los Pinos a Bucareli.