¿Qué hubiera pasado si el presidente Enrique Peña Nieto rompe con los gobernadores priistas Javier Duarte de Ochoa, Roberto Borge Angulo y César Duarte Jáquez antes de las elecciones del domingo 5 de junio?
¿Acaso no sabían que Jorge Herrera Caldera es muy gris y que traicionó a Ismael Hernández Deras? ¿Y que la gente estaba cansada de Carlos Lozano de la Torre, porque brilló por su ausencia durante todo el sexenio?
¿Y qué hubiera pasado si se conociera la captura del panista Guillermo Padrés Elías antes de los comicios, donde estuvieron en juego 12 titulares de ejecutivos locales?
Nadie puede asegurar que hoy serían los mandatarios electos Héctor Yunes Landa, Mauricio Góngora y Enrique Serrano Escobar. Pero seguramente el ánimo nacional sería distinto, y permanecería Manlio Fabio Beltrones despachando en las oficinas de Insurgentes Norte. Quizá no habría una rebelión ni divisionismo en el partido que fundara Plutarco Elías Calles.
A toro pasado le dan la espalda a una tercia de mandatarios tricolores que todos conocían, y que conocían muy bien:
Para evitar la violación de los principios del Sistema Nacional Anticorrupción, por instrucciones del Presidente de la República, este lunes, la Procuraduría General de la República (PGR) presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación acciones de inconstitucionalidad en contra de los congresos y gobernadores de Quintana Roo y Veracruz.
También -en los últimos minutos de este lunes- la PGR presentó otra acción de inconstitucionalidad contra la reforma para la creación de la Fiscalía Especializada Anticorrupción en Chihuahua, antes de la publicación de las leyes generales en esa materia.
Aunque la población aplaude el “ya basta” en contra de estos personajes, fue muy tarde.
Un respetado colega, que conduce un noticiero nocturno a través de la televisión nacional, me dijo -a través del WhatsApp- que la única explicación que encuentra es que querían descarrilar a Manlio; le reviré diciendo que su tesis está equivocada, porque el costo es altísimo: perder las elecciones y permitir la corrupción, a cambio de sacar de la contienda a un aspirante presidencial.
No le demos vueltas: se tardaron, pero qué bueno que por fin les pusieron un “hasta aquí”.
Ahora veremos si le dan el gusto a Ricardo Anaya, Santiago Creel, Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle, Miguel Ángel Yunes Linares y a Javier Corral Jurado de llevar a la cárcel, primero, a los Duarte antes de que la PGR detenga al ex gobernador de Sonora.
Cuernavaca.- El Cuau llegó a la alcaldía gracias a la sociedad que armó con los dueños de la franquicia del Partido Socialdemócrata. Su principal socio fue Roberto Yáñez, quien hasta hace poco ocupaba la Secretaría General del Ayuntamiento. El ex operador de la campaña del americanista fue sustituido por Samuel Sotelo Salgado. ¿Podrá con el paquete Sotelo, cuando su jefe no tiene la más remota idea de lo que significa gobernar la capital de un estado?