Los próximos 26 y 27 del presente mes, la Fed volverá a reunirse para decidir su política monetaria. En el mercado, la probabilidad de alza para esta reunión es de 4.0%, y por ello, las bolsas de valores como el S&P y el Dow Jones se mantienen en nuevos máximos históricos, los bonos del tesoro se empiezan a estabilizar después de un par de semanas de “fuerte demanda” que llevó los rendimientos hacia sus mínimos históricos en el caso del bono a 10 años. En lo que respecta al dólar frente a la canasta de divisas, estamos viendo cierta fortaleza, pero gradual, ante las depreciaciones recientes de la libra y desde esta semana en el yen que había registrado apreciaciones del orden de 15% en el acumulado del año.

 

Seguimos considerando que los miembros de la Fed quisieran ir normalizando las tasas de interés y poco a poco retornarlas a un nivel sano del orden de 2.0%, justo donde se ubica el objetivo de inflación. Sin embargo, es diferente la percepción de “querer” versus “poder” hacerlo.

 

El entorno internacional sigue mostrando un escenario de menor crecimiento económico. Tanto el Banco de Inglaterra y el tema del Brexit como el gobierno de Japón seguirán buscando estimular a sus economías a través de mayor inyección de recursos o la reducción de requerimiento de reservas en el caso de Inglaterra hacia sus bancos con la idea de aumentar la capacidad de préstamos. Mañana, inclusive, el Banco de Inglaterra podría ajustar su tasa de referencia de 0.5% a 0.0%, y está justo el cambio de primera ministra de Theresa May por David Cameron con la idea de ir coordinando la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea en forma ordenada.

 

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció que habrá una nueva ronda de estímulos, aunque no dio tamaño del programa ni tiempo para ejecutarlo.

 

Este próximo viernes conoceremos el dato del PIB en China al segundo trimestre del año, que podría bajar de 6.7 a 6.6%, riesgo si el crecimiento fuera menor. La inflación sigue baja y el banco de China está dejando depreciar de manera gradual su divisa, lo que habla de un relajamiento por ahora.

 

De Europa se percibe una afectación en el crecimiento económico por el tema de Brexit. Por ello, el BCE seguirá flexibilizando su política monetaria con tasas de interés negativas y compra de activos.

 

Todo esto no dejará que el dólar americano pierda impulso como tendencia consistente.

 

Respecto a la economía de EUA, la creación de 287 mil plazas en junio fue positiva, pero al revisar el promedio trimestral, el segundo trimestre del año decreció 25% versus el primer trimestre del año, lo que no genera la confianza suficiente de mantenerse en pleno empleo.

 

La inflación se estabiliza y puede ser un foco de atención en los próximos meses ante un crecimiento en el ingreso anual de 2.6% y la estabilidad en los precios de materias primas que pudiera presionarla.

 

Iniciaron los reportes corporativos en EUA, donde se espera una contracción de 5.7% en las utilidades de las empresas que conforman el S&P y el Dow Jones. Pregunta: ¿podrán así mantenerse en nuevos máximos históricos? Aquí es “liquidez” vs. “valuación”. ¿Qué podrá más?