Tokio. El fenómeno Pokémon GO, que llevó a las calles a millones de jóvenes apuntando con su cámara a los árboles para encontrar una nueva criatura u obtener objetos en lugares estratégicos, ha supuesto una bocanada de aire fresco para la compañía de videojuegos japonesa Nintendo.
El pasado lunes, Central Park estaba repleto de jóvenes que recorrían el parque de un lado a otro mirando la pantalla del móvil; en los siguientes días la escena se repetía en el icónico Time Square, lo mismo que en cementerios o museos de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Alemania, Esto, mientras Nintendo va camino a duplicar su valor en Bolsa tras comprobar que los smartphones parecen ser la solución a su maltrecha situación económica.
En apenas una semana, el juego para teléfonos inteligentes basado en la prolífica franquicia distribuida porNintendo ha registrado cifras récord en los cuatro países en los que ya está disponible y ha reportado jugosas ganancias al otro lado del mundo para la compañía nipona.
Las acciones de la empresa con sede en Kioto, en el oeste de Japón, acumulan un alza de 68.13% en la última semana, impulsada por la fiebre de los Pokémon, las criaturas que dan nombre a la marca.
Este jueves, los títulos subieron 15.9% en el mercado de Tokio, hasta los 25.3 yenes (216 euros o 240 dólares), en lo que supone su nuevo máximo en lo que va de año.
Esta situación contrasta con el pobre desempeño de Nintendo en los últimos meses, motivado, en gran medida, por su decepcionante debut en el sector de los smartphones con “Miitomo”, en marzo.
Cuando Nintendo anunció a principios de 2015 su alianza con la compañía tecnológica DeNA para desarrollar juegos para móviles, la industria de los videojuegos entró en parada cardíaca, sobre todo porque pocos meses antes Shigeru Miyamoto, histórico de la compañía, aseguraba que Nintendo descartaba invertir en ello a corto plazo.
Sin embargo, Miitomo no resultó ser la panacea que buscaban; la expectación por los títulos aún en desarrollo disminuyó y con ella el interés de invertir en una compañía que no parecía cuajar en el sector.
Entonces llegó Pokémon GO. Desde su lanzamiento, el 6 de julio, se convirtió en el mayor videojuego para móviles en la historia de Estados Unidos, con 21 millones de usuarios activos diarios, y enganchar a los usuarios más tiempo que la red social Facebook.
Las cifras son especialmente llamativas porque el juego, desarrollado por Niantic Inc. y distribuido por Nintendo, sólo está disponible en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Alemania, por lo que las cifras globales podrían llegar a ser desorbitantes.
Nintendo, todavía bajo la tutela de Satoru Iwata (fallecido en julio de 2015), decidió apostar por este sector emergente tras años de reticencia para diversificar sus negocios y reflotar las cuentas de la compañía, tambaleantes en los últimos años.
Si bien es cierto que la empresa del icónico Mario obtuvo un beneficio neto de 16.5 millones de yenes (140 millones de euros o 156 millones de dólares) en 2015, la cifra es 60.6% menor a la registrada un año antes.
Uno de los motivos de esta disminución ha sido la caída de las ventas de la familia de dispositivos portátiles 3DS y los títulos para la misma (de alrededor de 25%), así como la falta de consolidación en el mercado de su consola doméstica Wii U, ante la pujanza de la Playstation 4 de Sony y de la Xbox One de Microsoft.
La Wii U, en el mercado desde 2012, nunca ha llegado a equipararse a su predecesora, la Wii, uno de los mayores éxitos comerciales en la historia de la compañía y de los videojuegos, comercializada hace ya 10 años.
Ante esta situación, Nintendo ha decidido centrarse en el desarrollo de su nueva plataforma, la misteriosa “NX”, y apoyarse en el sector de los juegos para telefonía inteligente.
En este sentido, el éxito de Pokémon GO ha alimentado las expectativas de que Nintendo, que se ha resistido a incluir a sus icónicos personajes en juegos para estos dispositivos, lance próximamente nuevos títulos protagonizados por conocidos personajes de sus franquicias, como Mario o Link.