BERLÍN. La Orquesta Sinfónica de Hamburgo, bajo la batuta del español Íñigo Pirfano, llevó hoy la Novena Sinfonía de Beethoven a un albergue de refugiados en las afueras de la ciudad portuaria alemana, en una nueva escala del proyecto “A kiss for all the world” (“Un beso para todo el mundo”).
Junto a las muchas organizaciones que prestan comida y abrigo, Pirfano, impulsor de esta iniciativa, aboga por ofrecer a todas las personas, con independencia de su condición, “la dignidad que da la cultura”.
“No tratarlos como estómagos que hay que alimentar, sino como personas”, recalcó en declaraciones a Efe poco antes de un concierto al aire libre que comenzó con un recuerdo a las numerosas víctimas del atentado registrado anoche en Niza.
Junto a Pirfano viajaron a Hamburgo los solistas españoles Ainhoa Arteta, María José Montiel y Albert Montserrat, a los que se sumó el barítono griego afincado en Alemania Aris Argiris, la Sinfónica de la ciudad y el Coro Carl Phillip Emanuel Bach.
Como espectadores, más de cuatrocientas personas, entre refugiados del centro de acogida que gestiona la organización Malteser, de la Orden de Malta, voluntarios y vecinos.
El proyecto nació hace un año y medio y está centrado en la Novena Sinfonía de Beethoven, Patrimonio de la Humanidad.
Para Pirfano, interpretar el “Himno a la alegría” tras la masacre registrada en Niza no supone una contradicción, puesto que es necesario “dar la batalla contra la barbarie”.
La violencia, añadió, “solo se combate con dignidad, integridad y belleza” y la música es parte de “esa belleza que no sabe de razas ni de religiones”.
Ante el drama de los refugiados, una de las tragedias de este principio de siglo, Pirfano subrayó su deseo de “extender el abrazo que transmite la Novena Sinfonía hasta el último lugar de la Tierra” y destacó la importancia de “tender puentes en un mundo donde quizá se levantan demasiados muros”.
El primer concierto con la Novena Sinfonía dentro de este proyecto se celebró ante enfermos del Hospital 12 de Octubre de Madrid en junio de 2015 y en los últimos meses la música de Beethoven ha sonado en países como Colombia, Panamá y Perú, en cárceles, orfanatos o centros psiquiátricos.
Ya hay planes para volver a Latinoamérica -Chile, Argentina, Brasil o México- y también para viajar a otras partes del mundo, como Filipinas o Costa de Marfil.
Pirfano, fundador y director titular de la Orquesta Académica de Madrid, se encarga de contar su “sueño” a contactos en distintas partes del planeta y, como señaló, “normalmente la gente se enamora de él”.
Desde Madrid viaja un pequeño equipo hasta el país de acogida, donde esperan los músicos de la orquesta local y el coro del lugar para hacer realidad el concierto. | JMS