Es uno de los dos Beatles que nos quedan, y aparte de seguir haciendo música, Ringo Starr es un gran coleccionista de coches. No tendrá un Rolls Royce como el que tuvo Lennon o un Aston Martin DB6 como el de Paul McCartney, ni el McLaren F1 de George Harrison. Ringo, irónicamente, ha sido un gran fanático de los autos americanos y en su juventud tuvo muchos de ellos.
Sus favoritos son un Chevrolet Bel Air Hard-Top Coupé 1957 customizado por George Barris. Su aspecto era inigualable, gracias a unas llamas amarillas en el cofre y a su motor V8 Corvette de 290 hp. Como buen músico, su auto tenía un gran sistema de sonido Craig Stereo System con reproductor de casetes y radio AM/FM/MPX.
El otro americano de Ringo era un Ford Mustang 289 de 1968. Pintado en el color Candy Apple Red, que hoy está completamente restaurado. En 1980 Starr se hizo amante de Mercedes Benz gracias a que uno de sus autos les salvó la vida a su mujer y a él. El héroe que los salvó fue un Mercedes 280 SE, gracias al cual salieron ilesos. Desde ese momento la vida de Ringo se llenó de Mercedes, un 190 E 2.3 AMG y un Mercedes CL500 o CLS.
Años más tarde, en 1984, compró un Mercedes 190E 2.3 AMG negro y con unas llantas impresionantes. Dentro del cofre un poderoso motor permitía, gracias a todas las modificaciones, que este auto rebasará fácilmente los 200 km/h.
Hoy Ringo Starr, a sus recién cumplidos 76 años, sigue acumulando kilómetros a bordo de sus autos con una colección que no deja de crecer, a pesar de que él no los deja de subastar.