A diferencia del sector gasolinero, la apertura a las importaciones de gas Licuado de Petróleo (Lp) avanza de manera acelerada, pues desde el 18 de enero y hasta el pasado 15 de julio la Secretaría de Energía (Sener) otorgó 104 permisos al mismo número de empresas para ingresar 121 mil millones de litros del combustible.
Ese volumen representa 6.5 veces el que se vendió en 2015, cuando Pemex se mantenía como el único proveedor para los 585 distribuidores en el país. De hecho, el objetivo es que con la apertura estas empresas sustituyan 30% de las compras que realizaban a la petrolera, de acuerdo a datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas).
Ante la acelerada importación por parte de privados, la empresa productiva del Estado suspendió desde mayo las compras en el exterior. Cifras oficiales indican que el consumo diario es de 285 mil, de los que 200 mil eran producidos por Pemex y el resto los importaba.
En un contexto de bajos precios en el exterior, su costo disminuyó hasta 10% en estados del norte como Sonora, Coahuila y Nuevo León, aunque sólo para grandes consumidores, que incluye restaurantes, hoteles y cadenas comerciales, señaló Ramsés Pech, especialista en energía de la consultora Caraiva y Asociados.
Los especialistas aseguran que el precio del gas butano aún tiene margen para disminuir, pues en los últimos dos años el valor de venta del gas Mont Belvieu, precio de referencia en Estados Unidos, disminuyó 36%, mientras que en México el combustible aumentó 9%.
Sin embargo, para Miriam Grunstein, especialista de la consultora Brillian Energy, el reto en la apertura del sector será ampliar la competencia entre las empresas del sector, pues aunque existen 585 distribuidores de gas, cinco empresas concentran 85% del mercado nacional.
“Al igual que en el mercado de las gasolinas, las distribuidoras de gas tendrán que mejorar la calidad del servicio y entregar litros completos, además de competir con el precio del gas natural, que es casi 50% menor”, explicó.
Además, el negocio del gas LP será rentable sólo en el corto plazo, debido a que en 2018 arranca la apertura del mercado del gas natural, que es más limpio y más eficiente, comentó.
“La tendencia que se va a tener en los próximos años es la disminución del uso del gas propano, porque dentro de la estrategia energética del gobierno federal se incluye la ampliación de los gasoductos para importar el gas natural y los permisos van a servir para un periodo máximo de cinco años, mientras se crea la infraestructura necesaria para el almacenamiento del gas natural”, coincidió Ramsés Pech.
No obstante, dijo que a diferencia del sector gasolinero, en donde aún no se inicia la importación de combustible, las distribuidoras de gas butano ya iniciaron el transporte del hidrocarburo. Precisó además que las empresas dedicadas a la comercialización del gas LP ya tienen infraestructura para almacenarlo y transportarlo, abundó el especialista.
Cifras
90% de los hogares en el país utilizan el gas LP.
36% disminuyó el precio de referencia en EU en los últimos dos años.
9% aumentó el precio en México en ese mismo lapso.