Se trata de una prenda femenina similar a la camisa. Su uso a lo largo de la historia no cobró importancia sino hasta principios del siglo XX, y su popularidad fue en aumento hasta convertirse en una prenda indispensable en el guardarropa, con una extraordinaria versatilidad.
En sus inicios, al igual que la camisa, su confección era de algodón, pero a diferencia de la camisa tiene botones invertidos, es decir, los botones están normalmente en el lado izquierdo y los ojales en el derecho. Se cree que se confeccionaron así para hacer una diferencia entre ambas. Sin embargo, hoy en día otra forma de diferenciarlas es por el número de hoyos en los botones, pues las camisas tienen cuatro.
En cuanto a importancia en comunicación de jerarquía como prenda de vestir, tenemos que tomar en cuenta algunos aspectos:
- El color, ya que la de mayor autoridad, al igual que la camisa masculina, es en blanco.
- Las mangas también fungen como un signo de jerarquía, ya que en el mundo de los negocios mientras menos piel sea visible, le da mayor importancia y seriedad.
- Las texturas pueden ser diversas, ya que a diferencia de la camisa de hombre no necesariamente tendrá que ser de algodón. Pueden ser, incluso, de lino, seda, licra o mezcla de algunas. El único requisito es que sea de buena calidad.
- En su diseño, si lleva cuello, preferentemente que sea en líneas rectas y sobrias; en imagen “menos es más”.
- En el caso de las camisas, si las llevas con traje o saco no es necesario que salgan un centímetro fuera de la manga.
- El largo de la manga puede ser desde unos centímetros del hombro hasta media muñeca de largo.
- Otro color de poder es el rojo. Sólo debemos buscar el tono adecuado a nuestro color de piel; recuerda que tiene que dar luz y color al rostro.
- Los colores oscuros y lisos comunican mayor poder, pero para todos los días podemos agregar y combinar diferentes formas. Los colores claros suavizan nuestras facciones; por ejemplo, el color rosa que da un toque de lozanía y proximidad.
- Para comunicar mayor flexibilidad podemos elegir modelos con cuello redondeado o sin ellos. Si tienes rostro redondo, prefiere cuellos en forma ‘V’ o rectos para afilar tu rostro.