Cada cuatro años, el mundo del espectáculo en Hollywood se moviliza para apoyar a sus candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, y como suele ser tradición, una gran mayoría de los integrantes de la llamada Meca del cine son liberales, y lo demuestran apoyando diversas causas sociales, la igualdad de género, los matrimonios entre personas del mismo sexo y acciones a favor del medio ambiente. En otras palabras, son los “izquierdosos” que apoyan la causa del Partido Demócrata.

 

En esta ocasión, con la nominación de Hillary Clinton para tratar de suceder en el cargo a Barack Obama, diversas celebridades han mostrado su apoyo a la ex primera dama estadunidense y no de ahora, sino desde hace varios meses. Pero, ¿podrá el apoyo de los famosos influir en los resultados electorales de noviembre próximo en el vecino país del Norte? Es difícil saberlo, pero lo que sí es un hecho es que la imagen mediática y personal de la mayoría de ellos puede influir bastante en el electorado, sobre todo entre sus seguidores.

 

Y es que no es para menos. Clinton tiene el respaldo de personalidades cuya imagen social está más que probada, como los casos de cineastas tipo Steven Spielberg, George Lucas y J.J. Abrams, o de actores como Tom Hanks, George Clooney, Leonardo DiCaprio, Matt Damon o Meryl Streep, todos ellos simpatizantes y contribuidores importantes para las campañas demócratas.

 

Esos por un lado, mientras que por otro están las estrellas que más allá de la imagen pública que tengan, su influencia en redes sociales es amplia y de impacto. Nada más sumando, por ejemplo, el número de millones de seguidores que tienen en Twitter artistas demócratas como Katy Perry (91), Lady Gaga (61.9), Britney Spears (46.7), Ellen DeGeneres (61), Justin Timberlake (56.9), Kim Kardashian (46.9), Jennifer Lopez (36.4), Oprah Winfrey (33.2) o el mismo Barack Obama (76.3), se tiene un alcance de 510 millones de personas. Si se toma en cuenta que muchos de ellos son seguidos por las mismas personas, y que al menos la mitad de esos followers pueden ser del resto del mundo, el alcance y el impacto que pueden tener en EU está, al menos, entre los 150 y 200 millones de personas, más de la mitad de la población de la Unión Americana.

 

 

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A los anteriores hay que sumar los seguidores de otros demócratas declarados como Kanye West, Beyoncé, Demi Lovato, Pharrell Williams, John Legend, Stevie Wonder, Carole King, Cyndi Lauper, Barbra Streisand, Christina Aguilera, James Cameron, Quentin Tarantino, Amy Schumer, Eva Longoria, Bryan Cranston, Ellen Pompeo, Shonda Rhimes, Reese Witherspoon y Ben Affleck, entre muchos otros que durante los tres meses siguientes serán pieza importante de la campaña de Clinton, que busca no sólo convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos, sino evitar que la sinrazón y el odio se impongan y Donald Trump llegue a la Casa Blanca. Hollywood, o una buena parte de él, tiene la posibilidad de convencer al electorado de evitar una catástrofe política. Veremos si el tiempo le da la razón.