El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos aumentó a un ritmo anual del 1.2 % entre abril y junio, según el primer cálculo provisional de crecimiento en el primer trimestre anunciado este por le gobierno.
Este incremento fue algo superior al 0.8% de crecimiento del PIB registrado en el primer trimestre, cifra que fue revisada a la baja en tres décimas respecto al cálculo anterior.
El gobierno atribuyó la debilidad del crecimiento en el segundo trimestre, muy inferior al más de un 2% que esperaba la mayoría de los expertos, a la caída de los inventarios de las empresas, la primera en cinco años, así como de las inversiones de las empresas, la mayor desde el comienzo de la Gran Recesión, en 2008.
Sin embargo, las cifras oficiales apuntan a una recuperación del gasto de los consumidores, lo que sugiere que en lo que queda del año podría producirse una mejoría del crecimiento económico, por representar el consumo cerca de dos tercios de la actividad.
Estos datos también siembran dudas sobre un posible aumento de los tipos de interés de referencia por parte de la Reserva Federal (Fed) en su reunión de septiembre, después de que esta semana decidiera dejarlos entre el 0.25 % y 0.50 %.
Pese a que la Fed consideró tras su reunión, el miércoles, que “los riesgos a corto plazo han disminuido” para la economía estadounidense, la debilidad del crecimiento en los dos primeros trimestres podría hacerle postergar una nueva subida de los intereses a finales de año.