Road Trip: Un viñedo en el cielo
Ruta: desde Guanajuato hasta Caminos D’Vinos.
Duración: dos noches.
Coche sugerido: Jeep.
Objetivo
Es difícil creer que en ese cielo resguardado por el Cristo Rey del Cerro del Cubilete, entre Silao y Guanajuato, exista un viñedo inmerso entre las nubes, a un lado de una histórica hacienda minera y de un desarrollo eco-chic. Sin duda, un sitio ideal para cantar al ritmo del también guanajuatense José Alfredo Jiménez: “Si nos dejan, buscamos un rincón cerca del cielo; si nos dejan, haremos con las nubes terciopelo”.
Punto de partida: Guanajuato, la ciudad de los túneles.
Uno de los rincones más hermosos del país es Guanajuato, ciudad laberíntica de callejones y túneles que invitan a perderse entre casonas históricas y llenas de color, plazuelas e historias. Sus sitios históricos son imperdibles: la Alhóndiga de Granaditas, el Castillo de Santa Cecilia, el Teatro Juárez, el Mercado, el Funicular, la Universidad, la Presa de la Olla o el Museo de las Momias son sólo algunos de ellos. La Plaza de la Paz es ideal para descansar en algún restaurante o disfrutando alguna botana típica como los Dorilocos, aunque la nueva y reconocida escena gourmet de la ciudad se encuentra más hacia la periferia, en verdaderos tesoros gastronómicos como Las Mercedes o El Jardín de los Milagros.
Guanajuato ha visto nacer hoteles boutique que poco a poco van cambiando la experiencia de viaje. Hoy es posible disfrutar de un evento emblemático como el GIFF o el Cervantino en la comodidad de un hotel de lujo como el 1810, Villa María Cristina o Las Acacias.
Primera parada: ruta de las minas.
Manejando por la carretera escénica irás rodeando la colorida ciudad mientras te detienes a vivir la historia de la ciudad. Podrás detenerte en minas como La Valenciana, la Mina del Nopal, Mina de Rayas o Mina de Catas, donde podrás ver la maquinaria con que durante años se extrajeron los minerales y llevar a casa algunas piedras preciosas. Una vez sobre esa carretera encontrarás el camino hacia el pueblo de Sangre de Cristo y Mineral de la Luz, una zona que concentra a cientos de minas y que forma parte del Camino Real de Tierra Adentro, sitio declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y que conserva una importantísima carga histórica desde la llegada de los españoles y hasta la fecha.
Segunda parada: Caminos D’Vinos y ex Hacienda Jesús María.
En la cima de la montaña, frente al Cristo Rey, encontrarás lo que alguna vez fuera una hacienda minera convertida en un lujoso hotel boutique perdido entre las nubes. A las faldas de ésta un viñedo se extiende conformando una experiencia inigualable. El viñedo más alto de México es también un proyecto social que ha involucrado a la comunidad de Sangre de Cristo como un elemento que erradica de la pobreza. Este rincón cerca del cielo es, sin duda, uno de los secretos mejor guardados de Guanajuato, un sitio ideal para desconectarse y reencontrarse con la naturaleza.
La última y nos vamos: desarrollo eco-chic Diada.
Y si de reencontrarse con la naturaleza se trata, vale la pena una visita al desarrollo situado frente a este viñedo. Diada es una comunidad de casas ecológicas que pretende cambiar paradigmas en la forma de vivir en armonía con el planeta. En Diada a lo largo de los años se han regenerado los ríos, las cascadas, la flora y la fauna al grado de tener ya un criadero de venados. ¿Hace cuánto no ves las luciérnagas por las noches? ¿Hace cuánto escuchas a cientos de ranas croar? Quizás este sea el momento de ir y reconectarte con el planeta.
