Miedo, es el título del informe anual 2015, elaborado por la organización internacional Artículo 19, el documento materializado en libro recopila agresiones a periodistas de todo México, sin embargo, es Veracruz el que resalta por tener la condición más peligrosa para desempeñar la profesión.
La violencia y agresiones contra reporteros y fotoperiodistas en Veracruz, han provocado el desplazamiento forzado, delito que no se contempla en las leyes mexicanas, y el cual llevo a Rubén Espinoza, a trasladarse a la Ciudad de México, en donde encontraría la muerte, al ser asesinado junto con cuatro mujeres, en un domicilio ubicado en la Colonia Narvarte, en donde ahora se lee una placa de metal con la frase “el multihomicidio cometido aquí no ha sido resuelto”.
Según el informe de la organización, los colaboradores de la agencia digital de noticias AVC, habrían recibido múltiples amenazas públicas, y entre ellos se encontraba Rubén, por lo que decidió el cambio de residencia, y aunque el crimen no ha sido resuelto en su totalidad, “las indagaciones, sobre un posible delito de Estado, continúan”, asegura Artículo 19.
“La PGJ de la Ciudad de México, ha creado versiones para criminalizar a las víctimas, sin tener certeza de nada, y sin una línea de investigación clara, como sí cualquier condición justificará ser asesinado con tal brutalidad” cuestiona Alma Espinoza, hermana de Rubén.
Según Article 19, el año 2015, es considerado en Veracruz, como el más violento, hasta ahora, con un total de 240 agresiones registradas, y es la entidad administrada por el gobierno de Javier Duarte, la “más letal para la prensa mexicana” con 15 asesinatos de periodistas.
Fue la Secretaría de Gobernación (Segob) quién activó el “Sistema de Alerta Temprana para protección de periodistas en Veracruz”, reconociendo que es el Estado que ocupa el primer lugar de homicidios de periodistas, junto con Michoacán y Tamaulipas, y el número uno en desapariciones de profesionales del periodismo.
Pese a la medida de alerta, las agresiones, que van desde amenazas verbales, hasta la vulnerabilidad de la integridad física de los periodistas, siguen siendo una realidad alarmante, “cobijada por la impunidad de las autoridades de la entidad”.
Tan sólo en ese año se documentaron 67 agresiones, de las cuales 45 fueron hechas directamente por funcionarios,y de éstas: 32 emitidas por elementos de la Secretaria de Seguridad Pública Estatal, según la narración del informe.
“Hasta cuándo, o cuántos más tienen que morir para que se haga justicia” denunciaron reporteros y activistas mientras se finalizaba un acto cultural realizado hoy, a un año del caso Narvarte. | JMS