Son 2,432, según la cuenta oficial, los cubanos que se refugian en una bodega, patios, portales y donde pueden en Turbo, una población en el Caribe cercana a la frontera con Panamá. Su idea es cruzar Centroamérica y llegar al destino final: Estados Unidos. Incluso, renunciando a beneficios como la ayuda económica.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, manifestó los cubanos hacinados en la localidad colombiana de Turbo (noroeste), cerca de la frontera con Panamá, serán deportados a su país de origen o de donde hayan llegado porque están en situación ilegal. La Alcaldía de Turbo decretó la calamidad pública por la presencia de más migrantes, de los cuales mil 273 permanecen en una bodega y en sus cercanías.
“Estamos en diálogo con los inmigrantes que están aquí, en el caso particular de Turbo, para ver ellos si prefieren regresar a sus países de origen o si prefieren regresar al país de donde provienen, para irlos deportando porque están aquí ilegalmente”, afirmó Santos.
Los cubanos le pidieron al presidente Barack Obama, a la ONU y a la OEA una intervención humanitaria que les permita llegar de “manera segura” a Estados Unidos. En la misiva los migrantes añaden que “no se trata de una solicitud migratoria sino una intervención humana al respeto e integridad de un grupo de familias que buscan el derecho a vivir dignamente”.