El director estadunidense, Anthony Lucero señaló que la cinta Sushi a la mexicana pretende dar voz a los trabajadores latinos que hacen el trabajo duro en los Estados Unidos y que, normalmente, no son retratados en las películas de Hollywood.
“Ése es el corazón de la película, la razón por la que la hice. Los latinos son los que trabajan detrás de la cocina en California, ellos hacen la labor pesada de trabajo de campo y recogen la cosecha. Siento que no son reconocidos por su trabajo, así que realicé este proyecto para darle un nombre y una cara a quienes no han sido vistos”, expresó.
“Cuando decidí poner la frase de que la gente estaba atrás de las cocinas, me dijeron en la producción que no iba a funcionar, pero resultó ser importante para el corazón de la película, tanto para los latinos como para los norteamericanos”, expresó el cineasta en conferencia de prensa.
Recordó que la idea de buscar que una latina se convirtiera en una maestra de la cocina nipona surgió al ver que dentro de los restaurantes de sushi no hay mujeres que elaboren los rollos, debido a una creencia cultural, y por esta razón desarrolló ese personaje aspiracional.
“La historia surgió cuando vi a un trabajador latino y quise conocer su vida, la película trataba en realidad de cómo un hombre latino se quería convertir en chef. Pero cuando empecé a recolectar la información, me di cuenta que además no hay mujeres haciendo sushi, entonces busqué en San Francisco, uno de los lugares más liberales del país, y no encontré mujeres en él, así que también se trata de una cinta de problema de género y de discriminación”, señaló Lucero.
Destacó la importancia que tiene este filme en plena jornada electoral, en la que el papel de los latinos en la Unión Americana se encuentra tan en boga: “Ésta es una historia que no va a querer ver Donald Trump”, puntualizó, pero refirió que Hillary Clinton la solicitó para que su equipo de trabajo la viera.
La cinta, que se estrenará este viernes con 90 copias, narra la historia de Juana Martínez, caracterizada por Diana Elizabeth Torres, una mujer de origen latino, que pretende consagrarse en la cocina japonesa, pero el círculo tan cerrado de esa cultura no le permite desarrollarse como maestra del sushi.
“Ha sido una gran jornada, la producción empezó en 2012, cuando empezamos a filmarla. Tenía enormes deseos de hacer esta película; en Estados Unidos fue muy bien recibida, los siguientes objetivos son México y Latinoamérica”, expresó Lucero.