CIUDAD DEL VATICANO. Tras 10 años de ser conocido mundialmente como la voz de los Papas, el sacerdote jesuita Federico Lombardi se despidió como director de la sala de prensa del Vaticano.
“Doy las gracias a los Pontífices que me han llamado para servirles de cerca -Benedicto y Francisco- y asimismo a todos los que me han ayudado y alentado en el trabajo diario, en los días de fatiga y en los de alegría, y entre ellos creo que puedo incluirlos a todos ustedes”, dijo este día en carta enviada a todos los periodistas acreditados ante la Santa Sede.
Saludó especialmente a todos los compañeros, colegas, colaboradores y empleados que lo acompañaron en estos diez años de recorrido, desde julio de 2006 cuando fue elegido por Joseph Ratzinger para suceder al histórico portavoz de Juan Pablo II, el periodista español Joaquín Navarro-Valls.
“Seguimos juntos el ministerio de dos grandes Papas, hemos experimentado momentos muy importantes en la historia de la Iglesia -y digamos también de la familia humana- tratando de entenderlo y hacer entender el significado”, siguió.
Reconoció que nunca se sintió mal recibido o que se le faltó al respeto en su puesto. “Fue una buena llamada, un gran desafío”, precisó.
Prefirió terminar su labor con una cita bíblica: “Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos”. Aseguró que a partir de ahora estará atento a las nuevas indicaciones recibidas de parte de quien, para él, representa a Dios.
“Una vez más, si puedo, reitero mi gran aprecio por el trabajo en el campo de las comunicaciones, por las grandes oportunidades de servicio para los demás y asimismo por las grandes responsabilidades que esto conlleva”, apuntó.
Finalmente extendió un deseo especial a su sucesor como director de la sala de prensa vaticana, Greg Burke, y a su auxiliar, Paloma García Ovejero, los cuales –se dijo seguro- van a hacer bien la tarea a la que fueron llamados.
La salida de Lombardi de la sala de prensa no lo alejará definitivamente del Vaticano, donde prestó más de 20 años de servicio primero como responsable de los programas de la Radio Vaticana, luego como director de la estación y del Centro Televisivo Vaticano.
Este lunes 1 de agosto, el sacerdote fue designado presidente del consejo de administración de la fundación vaticana “Joseph Ratzinger-Benedicto XVI”. | dec