BRASILIA. El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, “participó activamente” de las corruptelas en la estatal Petrobras afirma un documento elaborado por la Fiscalía y divulgado hoy por el portal del diario O Estado de Sao Paulo.
Con el documento elaborado por cuatro de los fiscales del Ministerio Público dedicados a la investigación de las irregularidades en la petrolera, que ha cifrado los daños que sufrió por corrupción en por lo menos dos mil millones de dólares, la situación judicial del ex mandatario parece agravarse.
“Hay elementos de prueba de que Lula participó activamente del esquema criminal” que operó en Petrobras “y también de que recibió, directa e indirectamente, ventajas (financieras) indebidas de esa estructura delictiva”, dice el documento fechado el 3 de agosto.
“Considerando que una de las formas de pago de coimas dentro de la trama montada en Petrobras eran las donaciones electorales, se debe destacar que, desde 2005, Lula admitió haber sabido sobre esas prácticas de financiación ilegal de las campañas políticas”, añade el documento obtenido por O Estado de Sao Paulo.
También sostiene que “Lula sabía que las empresas hacían donaciones electorales ‘por fuera’ y que había un ávido reparto de los cargos públicos” a fin de facilitar esas irregularidades.
De esa manera, los fiscales afirman que “no es creíble” que Lula “desconociera la motivación de los pagos ‘en negro’ para campañas”, que fue, según los investigadores, uno de los objetivos principales de la red de corrupción detectada en Petrobras, que salpica a medio centenar de dirigentes de casi todo el espectro político.
El documento reafirma que “esa estructura criminal” en Petrobras “perduró por lo menos una década”, que sitúa entre 2004 y 2014, lo cual coincide con los dos mandatos de Lula (2003-2011) y el primero de Dilma Rousseff, su sucesora y suspendida de sus funciones desde mayo pasado para responder a un juicio de destitución.
Lula respondió a través de sus abogados, que en una nota dijeron que ese documento “fue elaborado para darle titulares a la prensa” e “intenta encubrir la falta de argumentos” contra su cliente, del que sostienen que “es difamado desde marzo pasado” por la Fiscalía.
Al citar ese mes, la defensa parece aludir al momento en que la justicia ordenó allanar las residencias de Lula y algunos familiares y que la policía trasladase al exmandatario a una comisaría para prestar declaración sobre el caso Petrobras.