BRASILIA. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones por un juicio de destitución, confesó que se siente “triste” por no asistir hoy al estadio Maracaná para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
“Estoy triste por no asistir a esa fiesta en vivo y con colores, pero estaré acompañando y apoyando a Brasil”, escribió Rousseff en su cuenta en la red social Twitter hoy, unas horas antes del acto que reunirá a decenas de jefes de Estado y de Gobierno, entre muchas otras autoridades.
El Comité Olímpico Internacional (COI) la había invitado, así como a su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, pero ambos decidieron no asistir a la ceremonia en que el presidente Michel Temer, que sustituye en forma interina a Rousseff, declarará abiertos los Juegos Olímpicos.
“Participé desde el inicio para traer los Juegos Olímpicos a Brasil. No voy a participar como espectadora de un acto del cual fui protagonista”, explicó Rousseff unos días atrás sobre su decisión.
En una entrevista reciente, también dijo que se siente “madre de estos Juegos” y apuntó que Lula es “el padre”, pues fue durante su gestión cuando Río de Janeiro obtuvo la sede del evento.
Lula, por su parte, no explicó las razones por las que no estará presente, pero su oficina de prensa alegó que “no hay clima político” para ello.
Temer sustituye a Rousseff desde el pasado 12 de mayo, cuando se instauró el juicio político que la suspendió de sus funciones, y está enemistado con la gobernante procesada y con Lula, que le acusan de orquestar “un golpe” y una “ruptura democrática”. | JMS