Dentro de cinco días, las autoridades de la Ciudad de México tendrán el resultado de los análisis toxicológicos realizados al cuerpo de Stephanie Magón, modelo de origen colombiano hallada muerta hace una semana en la calle de Miami, en la colonia Nápoles.

 

Los primeros estudios realizados a la joven revelaron que no había consumado sustancias como cocaína, mariguana ni cocaína.

 

La joven colombiana pudo haber consumido una droga conocida como Flakka, una sustancia que genera mucho calor y un estado de euforia.

 

Enigma

 

La muerte de la modelo colombiana Stephanie Magón en la Ciudad de México, hallada desnuda y contusionada en la calle frente al edificio donde vivía, se ha convertido en un laberinto de informaciones contradictorias y enigmas por resolver.

 

La mujer, de 23 años, fue encontrada muerta el sábado pasado en el exterior de su domicilio, en la colonia Nápoles, como “consecuencia de una precipitación” desde la azotea, según indicó esta semana la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

 

Ello “tomando en consideración que no hay evidencia de huellas de lucha, defensa, forcejeo y/o sometimiento”, apuntó en un escueto comunicado esta institución, que al dar a conocer el suceso no se aventuró a relacionar la muerte con la caída desde el edificio.

 

La víctima estaba “desnuda” y presentaba “diversos golpes (traumatismo craneoencefálico y fractura de mandíbula)”, señaló la fiscalía en un primer momento.

 

El titular del Tribunal Superior de Justicias del Distrito Federal (TSJDF), Edgar Elías, dijo que “la mataron a golpes” y habló de feminicidio, pero fuentes de la institución señalaron a Efe que el funcionario había sido impreciso al dar esas declaraciones.

 

Por ello, emitieron una nota en la que hacían referencia a la versión otorgada por la Procuraduría de Justicia capitalina sobre las causas del fallecimiento de la joven.

 

La mayoría de vecinos de la zona no quieren hablar y, molestos, observan el vaivén de periodistas en esta tranquilísima calle en la que apenas pasan vehículos, no hay cámaras de seguridad capitalinas y donde solo recuerdan una vez en la que robaron los espejos de varios vehículos aparcados.

 

“Yo la verdad, tengo miedo”, dijo a Efe una vecina que prefirió no identificarse.

 

“El cuerpo estaba como en posición fetal, desnudo, a nosotros nos daba la espalda. Yo no escuché nada, ni gritos ni nada, nada más el cuerpo y eso porque con el ruido de las patrullas nos despertamos“, relató Arturo, residente en una casa que queda justo enfrente del edificio de la joven, ubicado en el número 20 de la calle Miami.

 

No vio ni escuchó la supuesta caída, pero sí el cuerpo tendido en el asfalto de esta muchacha, madre de un niño de cuatro años.

 

Los días han borrado la silueta que trazaron sobre el pavimento los peritos, pero Arturo indica el lugar exacto donde fue hallada. A unos seis metros de distancia del edificio, de unos 13 metros de altura, y cercano a un árbol y unos cables que podrían haber cambiado la trayectoria de su salto desde la azotea.

 

En dos de los árboles que adornan la calle hay una cinta negra en recuerdo de la joven, madre de un niño de cuatro años.

 

Hasta el momento ha habido pronunciamientos oficiales a cuentagotas y un alud de filtraciones que han derivado en decenas de hipótesis en medios de comunicación.

 

Se conoce que Stephanie, estudiante de Comunicación Social en su Cali natal, había llegado a la Ciudad de México hacía unos cuatro meses para impulsar su carrera de modelo con un contrato de la compañía New Icon Model Management.

 

En su última noche, Magón fue a la fiesta de los Pachanga Boys en el Foro Normandie, en el centro capitalino, y unos amigos la sacaron del lugar cuando la hallaron fuera de sí, como desmayada, en el lavabo.

 

“La drogaron porque se estaba quitando la ropa. Y ella no era una niña que se drogara con otra cosa que no fuera mariguana, y esto sí te lo puedo asegurar, no tengo ni la menor duda. La drogaron cabrón (mucho) con algo muy fuerte”, reveló una de sus amigas en un mensaje de voz que publicó Radio Fórmula.

 

Aparentemente, varios conocidos la llevaron a casa en taxi y al llegar, sobre las seis de la mañana del sábado, la joven, que rentaba un cuarto en la última planta, se despojó de todas sus ropas, subió una escalera de madera y se lanzó al vacío desde la azotea.

 

Medios locales aseguran que la PGJ-CDMX ya determinó mediante examen toxicológico que no había consumido alcohol, ni mariguana ni cocaína, y que va a realizar un segundo estudio para analizar la presencia o no en el cuerpo de una veintena de drogas sintéticas.

 

Desde Colombia, su familia y amigos siguen sin comprender la muerte de esta joven que describen como positiva y una “excelente amiga”.

 

Hasta el momento, el volumen de información no oficial vertida en medios e interrogantes recuerda a la del brutal asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa y otras cuatro mujeres a finales de julio de 2015 en otro departamento de la capital.

 

Precisamente, en este multihomicidio hubo una modelo colombiana entre las víctimas.

 

Se trata de Mile Virginia Martín, a quien se relacionó con uno de los presuntos asesinos y, aunque de forma más velada (y no probada), con la prostitución y las drogas.

 

En otro julio, esta vez de 2012, la cantante colombiana Diana Alejandra Pulido, conocida como Aleja Pulido, murió al caer del séptimo piso de un edificio del lujoso barrio de Polanco.

 

Al parecer fue un accidente, pero la historia sigue llena de incógnitas como las que rodean la muerte de Stephanie.   (Con información de Radio Fórmula y EFE) |dec