Este domingo Oksana Chusovitina se convirtió en la atleta más longeva de la gimnasia artística en unas olimpiadas, a sus 41 años, y lo hizo con una actuación en salto de caballo que la coloca como contendiente al podio de Río 2016.
En los que son sus séptimos Juegos Olímpicos, la uzbeka realizó una Tsukahara con doble giro mortal y un resorte con doble giro en salto de caballo, su especialidad, con una calificación de 14.999 puntos que le permitieron pasar como quinta a la final de ese aparato, en donde se midió a chicas que tienen la edad de su hijo.
Pero lo mejor aún está por verse en la Arena Olímpica. Se espera que repita el Prudunova, salto de mayor dificultad y valor en el código de puntuación de la gimnasia femenil con 7.0 puntos de partida, que lleva el nombre de la rusa Yelena Prudunova quien lo realizó por primera vez en 1999 y aún es raro verlo en las competencias de talla mundial desde el retiro de su autora y se le considera un desafío para quien lo ejecuta. En Río solo la india Dipa Karmakar lo contempla en su rutina.
El Prudonova es un resorte al frente–apoyando las manos en el caballo- seguido de doble moral al frente en “c”, por lo que el cuerpo da tres giros transversales sobre el eje de la cadera desde que despega del trampolín hasta su aterrizaje.
Y aquí “Chuso” –como le dicen– lo demuestra en un entrenamiento del mes pasado en su preparación para Río. Este salto lo ejecutó en el Mundial 2015 en Glasgow, donde buscaba clasificar a los XXXI Juegos Olímpicos sólo en el caballo, su especialidad, lo que no logró sino hasta el Preolímpico en abril pasado, y la obligó a prepararse para la competencia completa.
“Es una pena que no den puntos extras por la edad, habría sido grandioso”, ha dicho entre risas en entrevistas con motivo a ser la decana de las gimnastas en olimpiadas, lo que no le hace sentir incomoda.
Con un físico de adolescente, 1.53 metros de estatura y 44 kilos de peso, aunque poderosa y atlética, ha dicho que no le aflige la diferencia de edad con sus contendientes: “Me siento bien. En las competencias todas somos iguales, ya sea que tengas 40 o 16 años. Tienes que salir y hacer tu rutina”.
Y es que solo para referencia, cuando Simone Biles, la favorita en estos Juegos nació, en 1997, Oksana ya tenía cinco medallas mundiales y un oro olímpico en su haber.
Nadia Comaneci, la reina de la gimnasia, se dijo sorprendida en días pasados de que Oksana vuelva. “Es difícil de creer… como puede a su edad conseguir eso con su cuerpo”.
Mientras que el doble medallista olímpico y comentarista deportivo, Bart Conner, aseguró que “la gimnasia artística es hoy más dura y difícil que nunca, y estar a ese nivel con esa edad es simplemente impresionante”.
Chusovitina lleva cinco lustros en la élite de la gimnasia mundial y desde 1988 ha competido bajo cuatro banderas distintas.
Primero para la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), cuando a sus 13 años ganó oro all around en su primer campeonato nacional juvenil y hasta su desaparición en 1991, donde en su primer Mundial obtuvo tres medallas, una fue el oro en manos libres.
Barcelona 1992 fueron sus primeras olimpiadas con el Equipo Unificado que se creó para las ex repúblicas soviéticas, donde ganó oro all around por equipos. De la cual su apertura sigue siendo su momento olímpico favorito. “Cuando vi a alguien disparar la flecha a los aros olímpicos y ver como estos se encendían, no lo podía creer. Sigue siendo mi mejor recuerdo”.
Por Uzbekistán compitió en Atlanta 1996, Sídney 2000 y Atenas 2004 y ganó cinco medallas en Mundiales durante ese tiempo, incluido el oro en salto de caballo en 2003. Tras lo que se convirtió en figura para su país siendo reconocida como “Deportista de Honor de Uzbekistán” y se le dedicó un sello postal en 2001.
Oksana se casó en 1997 con su compatriota Bakhodir Kurbanov, luchador olímpico y dos años más tarde tuvo a su único hijo, Alisher, tras lo que logró equilibrar la maternidad con el entrenamiento de cara a Sídney.
Sin embargo, en 2002 la vida dio un giro. Su hijo fue diagnosticado con una leucemia que no podía ser tratada en su país y retirada de la competencia oficial aceptó la oferta de sus amigos alemanes Shanna y Peter Brüggemann para entrenar equipos locales en Colonia y poder pagar el tratamiento que requería su pequeño, quien finalmente superó el cáncer.
Regresó a los podios tras nacionalizarse alemana y compitió bajo su bandera en Pekín 2008, donde ganó plata en salto de caballo -su segunda presea olímpica- y en Londres 2012, los que dijo serían sus últimos juegos.
Tras ello volvió a Uzbekistán para dirigir como entrenadora a su selección de gimnasia con apoyo de su gran amiga y ex compañera de la selección unificada Svetlana Boguinskaia.
A Río 2016 vuelve como uzbeka, en solitario, ya que su representativo no clasificó para el Mundial 2015, clasificatorio para estas olimpiadas.
Oksana Chusovitina, nació el 19 de junio de 1975 en Bujará, entonces URSS y hoy Uzbekistán, nación para la que ha conquistado más de 70 preseas internacionales que van de Campeonatos Mundiales y Europeos a Juegos Asiáticos y de Buena Voluntad.
Sin duda estos sus séptimos Juegos Olímpicos la inmortalizan en la historia de esta disciplina, a la que llega con posibilidad de pelear una medalla más para su haber.
Oksana Chusovitina, tiene 42 años y hoy compite en sus SÉPTIMOS #JuegosOlimpicos para #UZB pic.twitter.com/8aYVoh7yge
— Rio 2016 (@rio2016_es) 7 de agosto de 2016