La renegociación del Tratado de Libre Comercio y un nuevo pacto social para sacar al campo de la crisis que viene arrastrando desde hace tres décadas fueron las exigencias del Frente Auténtico del Campo (FAC) durante su manifestación de ayer, la cual terminó con un mitin en el Zócalo de la Ciudad de México y posterior plantón en Bucareli, que sólo duró cuatro días abierta al paso vehicular.
“Que haya una renegociación del Tratado de Libre Comercio que garantice la protección al derecho de los trabajadores del campo y el fortalecimiento de los campesinos en nuestro país”, exigió Federico Ovalle, al leer el posicionamiento del FAC sobre las condiciones por las que pasa el campo actualmente.
Esta manifestación y mitin se dio en el contexto del 137 aniversario del natalicio de Emiliano Zapata. El FAC denunció que desde la entrada en vigor de las políticas neoliberales la situación del campo empeora gradualmente, tanto en la economía de los campesinos como de la producción. De ejemplo, Ovalle aseguró que 45% de los alimentos consumidos en nuestro país son importados, poniendo en riesgo la soberanía alimentaria.
Por eso, desde el Frente plantean un nuevo pacto social donde el Gobierno se comprometa aponer al campo en el centro de las políticas públicas, con mayor presupuesto, repartición de tierras, respeto a las comunidades indígenas, todo para acabar con la pobreza y desigualdades en el campo.
En el acto estuvieron presentes los líderes de las organizaciones campesinas que forman el Frente, además del secretario de Agricultura José Calzada, algunos secretarios de Sección de la CNTE y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
Por parte de la CNTE habló el líder de la Sección 18, Víctor Zavala, quien mostró el respaldo de los maestros disidentes a la lucha de los campesinos contra todas las reformas estructurales, incluida la educativa que afecta a las comunidades rurales.
Aunque el evento fue tranquilo, hubo alboroto en la llegada y participación de Miguel Ángel Mancera. Cuando tomó la palabra se escucharon rechiflas de los asistentes, pero éstas fueron calladas por los organizadores quienes exigieron respeto o en su caso, que los inconformes se fueran.
En su intervención, Mancera aseguró que su gobierno respalda el movimiento de los campesinos, y prueba de ello es que por medio de la negociación les permitió realizar el mitin en el Zócalo.
Al final del mitin, una parte de los campesinos fue a protestar a las afueras de la Secretaría de Gobernación, lo cual provocó que fuera cerrada de nuevo Bucareli.
Al cierre de edición la vialidad seguía con vallas porque un grupo de manifestantes continuaba en Bucareli a la altura de Morelos.
Cifras
120 mil asistentes según números de los organizadores.
63 autobuses usaron para llegar.
10 entidades participaron en la marcha.
10 horas duró la actividad, contando manifestación y mitin.