El año pasado circularon poco más de 182 mil camiones y tractocamiones de modelos anteriores al año 2000; poco más de mil unidades corresponden a modelos de 1960, de acuerdo a datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Esa cantidad de vehículos de carga con 55 años de antigüedad estaría fuera de circulación en caso de prosperar la iniciativa de reforma a la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal que se presentó a finales de marzo de este año en el Senado de la República.
La propuesta de ley plantea como máximo una antigüedad de cinco años para los camiones de carga federal que pretendan obtener por primera vez su licencia de circulación.
Para las unidades que ya están en circulación plantea un máximo de 20 años de antigüedad, es decir, que operen sólo modelos a partir de 1996. De aprobarse la iniciativa sólo podrían transitar 63% de los 414 mil 790 vehículos de este tipo registrados hasta el año anterior.
Cifras de la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados muestran que cada año se producen mil muertes por accidentes relacionados con el transporte y las pérdidas económicas se ubican entre seis y siete mil millones de pesos.
Además, el Instituto Mexicano del Transporte, organismo descentralizado de la SCT, reveló en un estudio que el año pasado, 3.7% de los accidentes ocurridos en las carreteras y autopistas que pueden soportar un tránsito diario de 2.5 mil a tres mil vehículos, fueron provocados por las condiciones electromecánicas de los camiones.
El Análisis Preliminar de la Siniestralidad de Vehículos de Autotransporte Federal durante 2015, del IMT, precisa que del total de accidentes de ese año en 31.1% de los casos participó una unidad de transporte de carga.
El año pasado, el gobierno federal actualizó el estímulo del programa de chatarrización de autotransporte federal, en el que incrementó el apoyo económico para destruir camiones de carga y de pasajeros con más de 10 años de antigüedad, cuyo objetivo es que se pulvericen tres mil unidades de carga y tres mil dedicadas al transporte de pasajeros, aunque su efecto ha sido limitado.
A cambio de la chatarrización de las unidades, este año el gobierno federal entregará a los dueños de los vehículos 250 mil pesos para que adquieran un nuevo camión, mientras que en 2017 el estímulo se incrementará a 291 mil pesos.