El ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, optó por no declarar ayer en la audiencia que se realizó en el Palacio de Justicia de Monterrey.
A Medina de la Cruz se le imputa como autor material de los delitos de peculado, ejercicio indebido de funciones y desvío de fondos por 3 mil 660 millones de pesos.
“Tenemos la conciencia tranquila, esto apenas va empezando y la verdad va a salir a relucir. No hemos cometido delito alguno y lo vamos a demostrar”, afirmó Medina cuando llegó a la cita.
El gobierno estatal realizó Operación Tornado contra el gobernador y 10 ex funcionarios implicados en presuntas irregularidades en la transacción de terrenos para la armadora de autos Kia Motors.