BANGKOKCuatro personas han muerto y otras 35 resultaron heridas, incluidos diez extranjeros, en una cadena de atentados ocurridos entre el jueves y el viernes en varias ciudades y dos de los principales destinos turísticos de Tailandia.

 

En total, catorce explosivos han estallado, algunos simultáneamente, y tres han sido desactivados en las últimas 24 horas en seis provincias del centro y sur del país.

 

Las cuatro personas fallecidas son de nacionalidad tailandesa y entre los heridos se encuentran 10 extranjeros: cuatro alemanes, tres holandeses, dos italianos y un austríaco, algunos de ellos reportados en estado grave.

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Las autoridades han descartado la participación del terrorismo internacional en las explosiones, a la vez que han reforzado la seguridad en las áreas turísticas, principales metrópolis y centros logísticos.

 

Varios países, entre ellos Estados Unidos, han emitido alertas a sus ciudadanos residentes o que se encuentran de visita en Tailandia.

 

La policía vinculó los ataques a los movimientos separatistas.  Un portavoz policial indicó a EFE vía telefónica que “las bombas, detonadas a distancia con un teléfono móvil, son del mismo tipo de las que utilizan los insurgentes en el sur”.

 

“Las bombas son un intento de generar caos y confusión”, afirmó el primer ministro y jefe de la junta militar, Prayut Chan-ocha, al tiempo que pidió calma y aseguró que mantenían el control de la situación durante una comparecencia con los medios, según la agencia de noticias local TNA.

El general, que usurpó el poder mediante un golpe de Estado incruento en 2014, indicó que no era el momento de presionar a la autoridad, sino de colaborar con ella.

 

La serie de atentados comenzó el jueves en la noche cuando una bomba estalló en un mercado del enclave en la  capital de la provincia de Trang, situada en el sur de Tailandia, con un balance de un muerto y siete heridos.

La víctima mortal es uno de los vendedores de zoco, un tailandés de 51 años, que falleció en la mesa de operaciones de un hospital, según el diario local Bangkok Post.

 

Horas más tarde, un artefacto explosivo era detonado a distancia en una céntrica calle de la ciudad de Hua Hin, a unos 150 kilómetros al suroeste de Bangkok. Las autoridades y decenas de curiosos se acercaron al lugar del atentado cuando una segunda bomba fue activada en dicho enclave turístico. Este segundo explosivo mató a una tailandesa e hirió a otras 21 personas, entre ellos varios extranjeros.

 

Ya la mañana del viernes, otras dos explosiones golpearon de nuevo Hua Hin, en las que murió al menos una persona y otras tres resultaron heridas. Otra bomba fue descubierta por las autoridades, que procedieron a realizar una explosión controlada.

 

En la ciudad de Surat Thai, a unos 640 kilómetros al sur de Bangkok, dos artefactos explosivos colocados frente a una comisaría de la ciudad causaron la muerte de una trabajadora local y tres heridos.

 

Según los medios locales, otra explosión hirió a una persona en la turística ciudad de Phuket, en la costa oeste del país. Nadie ha reclamado la autoría de las explosiones.

 

Más de 6,500 personas ha muerto en el sur de Tailandia desde que el movimiento separatista musulmán reanudó la lucha armada, en 2004, tras un letargo de varios años. (Con información de EFE y NotimexJMS | NN