Muchas personas piensan que la mejor forma para ejercitar el cuerpo y su musculatura es pasar horas ejercitando, a golpe de gimnasio, capacidades físicas como la fuerza, sin embargo, si se hace en exceso puede causar problemas en los tejidos fibrosos, según sostiene el método de la “Antigimnasia”, apoyado en las teorías de la fisioterapeuta Thérèse Bertherat.

 

Para recuperar la movilidad de todos los músculos y que los “movimientos sean realmente libres, sin gastar más energía de la necesaria hay que liberar la fuerza para que los músculos no trabajen continuamente”, explica Ana Piñeiro responsable formación en Antigym España.

 

Un método diferente, la “Antigimnasia”

 

La “Antigimnasia” es un método de trabajo corporal basado en “la escucha del cuerpo” y en movimientos que reclaman la acción de músculos en profundidad, además, de una intensa interacción entre mente y cuerpo.

 

Mediante ejercicios basados en “encontrar el movimiento desde dentro” se pretende “recordar” cómo utilizar músculos que se han dejado de ejercitar por diversos motivos como el “miedo tras un lesión”, apunta Piñeiro.

 

Así, esta “pedagogía corporal”, se presenta como una alternativa a la gimnasia tradicional que tiene como objetivo “conocer mejor el propio cuerpo y reconciliarse con él”.

 

Sin distinción sexual o de edad, la “Antigimansia” no tiene destinatarios concretos “porque la musculatura funciona igual en todos”, dependiendo de las limitaciones de cada uno en cada momento de su vida, explica la responsable de formación en España.

 

Una sesión de hora y media a la semana es suficiente para que el cuerpo “aprenda o recuerde”, ese movimiento que anatómicamente es posible pero está limitado, “no se trata de imitar un modelo, ni siquiera de corregirlo, se trata de encontrar el movimiento desde dentro sin juzgarlo, sino sintiéndolo”, explica Ana Piñeiro.

 

Una teoría con más de 40 años

 

Su creadora, la francesa Thérèse Bertherat, fisioterapeuta de formación, pionera en el desarrollo de técnicas psico-corporales y autora de libros como “El cuerpo tiene sus razones” (1976), fundó esta disciplina a principios de los años 70.

 

“Nuestro cuerpo es inteligente, tiene una historia de la memoria. Se merece mucho más que una domesticación forzada y la formación sistemática“, explica en su libro.

 

En el desarrollo de su enfoque, Bertherat se inspiró, principalmente, en la también fisioterapeuta, Françoise Mézières, creadora del Método de Mezieres (1947), según el cual, para mejorar la postura corporal y aliviar el dolor del paciente es necesario un reequilibrio de las cadenas musculares y articulares.

 

Lo que se consigue mediante ejercicios de estiramientos y otras técnicas terapéuticas como el masaje o la propiocepción, técnicas que permite crear nuevos y duraderos esquemas posturales y de movimiento en la corteza cerebral.

 

En la actualidad, Marie Bertherat ha tomado el relevo a su madre, Thérèse Bertherat, como promotora y responsable de formación en todo el mundo del método de la “Antigimnasia”, que está extendido por más de 20 países como Inglaterra, España, Argentina o Canadá.

 

 

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