KINSHASA. Al menos 36 civiles han muerto en un ataque perpetrado por rebeldes ugandeses del Frente Democrático Aliado (ADF, en sus siglas en inglés) en el este de la República Democrática del Congo (RDC), informaron hoy a Efe entidades locales.

 

El ataque se produjo en la tarde de ayer en la ciudad de Beni, en la conflictiva provincia de Kivu del Norte, según el presidente de la organización Sociedad Civil de Beni, Gilbert Kambale.

 

“Mataron con machetes y con hachas a todas las personas a las que encontraron en su camino antes de entrar en las casas, donde fueron hallados muchos cuerpos”, dijo el activista.

 

El número de víctimas, la mayoría agricultores, podría aumentar porque hoy se han seguido encontrando cadáveres en las carreteras y los campos.

 

El presidente de la Sociedad Civil de Beni criticó que el ataque no haya podido ser evitado pese a la importante presencia de soldados de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) y la misión de la ONU en el país (MONUSCO), que según Kambale estaban avisados de lo que podía ocurrir.

 

“Se les informó, pero aquí estamos de nuevo, víctimas bajo la mirada de la ONU y las FARDC”, añadió.

 

El año pasado, más de 300 personas perdieron la vida en el municipio de Beni, situado en la frontera entre la RDC y Uganda, a pesar de la fuerte presencia de militares y cascos azules en la zona.

 

El miedo a una nueva espiral de violencia ha ocasionado decenas de miles de desplazados internos, que se suman a los más de 30.000 congoleses que el año pasado huyeron a Uganda.

 

El ADF inició su campaña de violencia en 1996 en el distrito de Kasese, en el oeste de Uganda, tras lo cual se expandió a varias zonas cercanas a la frontera con la RDC.

 

Esta es una de las organizaciones armadas que siguen actuando en la RDC tras el desarme en noviembre de 2014 del grupo rebelde M23, que llegó a controlar buena parte de la región. JMS