WASHINGTON. La ciudad de Milwaukee (Wisconsin) trataba hoy de recobrar la calma tras una noche de disturbios que la convirtieron en un nuevo foco de tensión por la violencia policial en EU, después de que un agente afroamericano matara a un hombre negro armado.
Milwaukee tomó el relevo a las protestas que desde hace dos años han sacudido ciudades como Ferguson (Misuri) y Baltimore (Maryland), después de la muerte de hombres negros a manos de policías, aunque al contrario que en esos casos, la víctima esta vez estaba armada, según las autoridades.
El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, autorizó hoy el despliegue de la Guardia Nacional en esa localidad para prevenir que se repitan las protestas, que la noche del sábado derivaron en enfrentamientos con la Policía y el incendio de varios negocios y de una gasolinera.
Los disturbios, que se saldaron con tres detenidos y un policía herido por un ladrillo lanzado contra su vehículo que le dio en la cabeza, tuvieron como desencadenante la muerte esa misma tarde de un joven de 23 años que trató de huir a pie cuando los agentes detuvieron el automóvil en el que viajaba.
El fallecido fue el joven negro Sylville Smith, informó hoy su familia y confirmó después la Policía local.
Según el relato policial, Smith era un hombre con “un largo historial de arrestos” y viajaba en un vehículo con un acompañante cuando fue detenido por lo que el alcalde de Milwaukee, Tom Barrett, describió como actividad “sospechosa”.
Los ocupantes del vehículo huyeron entonces a pie y los policías iniciaron una persecución que acabó con la muerte de Smith por disparos de uno de los agentes, de acuerdo con un comunicado del Departamento de Policía de Milwaukee.
Smith tenía en la mano una pistola semiautomática que había robado en marzo en otra localidad de Wisconsin, Waukesha, según el comunicado oficial.
Cuando Smith salió del vehículo e intentó huir, el policía “le pidió que soltara su pistola, pero no la soltó” y fue entonces cuando el agente le disparó en el pecho y en el brazo, lo que provocó su muerte en el acto, aseguró Barrett.
El policía que disparó también es negro y tiene 24 años, explicó hoy el jefe de Policía local, Edward Flynn, en una rueda de prensa.
El agente, que no ha sido identificado y estará de baja mientras dure la investigación estatal, llevaba una cámara adherida al uniforme para grabar su interacción con la comunidad, una medida que han tomado varios departamentos de Policía del país ante las denuncias de violencia injustificada contra las minorías.
“No creo que sea apropiado” publicar de momento el vídeo que tomó esa cámara, afirmó hoy el alcalde de la localidad en una conferencia de prensa.
Según el diario local Milwaukee Journal Sentinel, las autoridades presentaron cargos el año pasado contra Smith con relación a un tiroteo y lo acusaron de intentar intimidar a un testigo de ese suceso, pero finalmente retiraron todos los cargos.
Tras el suceso, unas 200 personas se congregaron en el barrio de Sherman Park, una zona pobre y mayoritariamente negra donde vivía la víctima, en unas protestas que derivaron rápidamente en enfrentamientos con la Policía, hasta el punto de que los manifestantes tiraron piedras y ladrillos contra los agentes.
Decenas de voluntarios recogían hoy los escombros de las calles, mientras la sensación de calma volvía al barrio.
“Toda esta comunidad ha sido testigo de cómo Milwaukee, Wisconsin, se ha convertido en el peor lugar para vivir para los afroamericanos en el país entero. Esta es una señal de alarma”, dijo el concejal que representa al distrito donde hubo las protestas, Khalif Rainey.
La madre del joven fallecido, Mildred Haynes, aseguró que su hijo era padre de un niño de dos años y defendió el hecho de que llevara un arma oculta, al asegurar que en el pasado le habían disparado dos veces y robado otras cuatro.
“Mi hijo se ha ido porque la Policía lo ha matado. Estoy perdida”, afirmó Haynes al Journal Sentinel.
El padre de Smith, Patrick, dijo a la cadena FOX6 que lamentaba haber sido un “mal ejemplo” para su hijo porque lleva años “entrando y saliendo de la cárcel” y lamentó que las armas sean legales en el estado “porque ahora se puede matar a cualquiera que está tratando de sacar su cartera” por miedo a que saque una pistola.
El presidente de EU, Barack Obama, fue informado hoy sobre la situación en Milwaukee por su asesora Valerie Jarrett, que poco antes había hablado con el alcalde de Milwaukee para ofrecerle “el apoyo de la Administración a las autoridades locales”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.