Estados Unidos derrotó por 105-78 a Argentina y con ello el llamado dream team pasó a las semifinales del baloncesto varonil en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El sueño imposible de la brava Argentina de leyenda, el de superar a Estados Unidos en los cuartos de final del torneo olímpico duró diez minutos, los que tardó el de EU en calentar motores y frenar el talento de Facundo Campazzo.
La escuadra estadunidense se mantuvo al frente desde el primer cuarto del encuentro y fue ampliando su ventaja.
Sin embargo, fue muy digna la despedida del primer plano con el Alma de los Manu Ginobil, Andrés Nocioni y Luis Scola. Si no de los tres, sí de alguno de ellos, que dieron todo lo que tenían y de lo que ya no les queda mucho a sus 39, 37 y 36 años.
Pero lo que nunca les faltará a los tres, ni a Pablo Prigioni o a Fabrizio Oberto, entre otros compañeros de quinta, será carácter, orgullo y espíritu competitivo.
Así, aún sabiendo su inferioridad en número y en frescura, el Alma salió hoy a por todas. Y durante unos minutos las travesuras del Facu Campazzo, todo talento y arrojo para retar a las torres de la zona rival con penetraciones imposibles, las apariciones de Scola, Ginobili y Nocioni, y hasta alguna canasta de Patricio Garino dieron rienda suelta a la imaginación y a la ilusión de los numerosos, y sobre todo ruidosos, aficionados argentinos presentes en la Arena Carioca 1 de Río.
Abrió el partido una canasta de Kevin Durant, pero respondieron rápido Scola y Campazzo, que se erigió en protagonista de los primeros minutos con dos entradas a canasta que desafiaron los impresionantes saltos de los pívots americanos (5-10) después de que un triple de Durant apretase a 5-6. (Con información de EFE)