Las minutas anteriores de la Fed mostraron que los miembros se encuentran divididos para evaluar el momento exacto de volver a aumentar la tasa de interés en otros 25 puntos base y alcanzar un nivel de 0.75%. Están preocupados por la inflación y divididos sobre la fortaleza real de la economía.

 

Algunos miembros mencionan a septiembre de este año como una fecha siguiente, aunque analistas y el mercado consideran que existen mayores probabilidades de alza una vez que concluyan las elecciones presidenciales en la Unión Americana, es decir, en diciembre próximo.

 

Al evaluar las condiciones de la economía en lo que se refiere a empleo e inflación, los dos últimos datos conocidos muestran una recuperación moderada en la creación de empleos, liderados por el sector servicios, pero también con 15% de participación del sector gobierno que curiosamente desde mayo pasado promedia una creación del orden de 33 mil puestos de trabajo (¿jugada electoral?).

 

Será el dato del indicador de servicios el que nos ayude a considerar si el empleo mantendrá su dinámica o, bien, permanecerá con altibajos. Existe un fuerte vínculo entre el dato del PMI de servicios y la creación de empleos de ese sector.

 

 

Consideramos que una creación de empleos por arriba del promedio actual de 204 mil plazas sería un elemento de apoyo para la Fed en su toma de decisiones. También el ingreso por ahora que al final no ha logrado situarse y sostenerse arriba de una tasa anual de 2.6%. Por lo que toca a la tasa de desempleo, recordemos que de niveles de 5.0% hacia abajo se encuentra dentro de lo que se denomina “pleno empleo”. Una vez concluido el verano se verá la capacidad real de la economía para seguir incrementando empleos, aunque de menor calidad y capacidad de compra.

 

En lo que respecta a la inflación, tanto al productor como al consumidor se mostró contenida por debajo de 1.0%. Existen algunos estimados de mercado de que la inflación repuntará hacia el tercer y cuarto trimestre del año, lo que le preocupa a los miembros de la Fed. Actualmente, los precios de los energéticos que consolidan registraron ajustes a la baja entre junio y principios de agosto, pero en la actualidad vuelven a repuntar, lo que generaría que quizá su efecto sobre la inflación esté más hacia un punto neutro o alza gradual. El gasto del consumidor deberá de normalizarse hacia 2.5%  respecto a 4.2% del segundo trimestre del año.

 

Bajo tales condiciones parece difícil que septiembre sea un mes idóneo para incrementar la tasa de interés a diferencia de noviembre o diciembre, en la que los diferentes indicadores de la economía muestran en sesgo hacia 2.0% del crecimiento anual con elecciones ya concluidas en las que el partido demócrata se ha visto favorecido “indirectamente”.

 

Los mercados siguen beneficiándose de una fuerte liquidez. Sin embargo, creemos que si en diciembre se registra otra alza en tasas de interés, la percepción de una liquidez abundante disminuirá y es probable que en 2017 las condiciones de los mercados pudieran presionarse nuevamente y generar mayor volatilidad.