La furia de este verano por capturar pokémones con un teléfono móvil tiene desde hace años una alternativa en la observación de aves que, a partir de ahora, también cuenta en España con eBird, una aplicación para dispositivos electrónicos que registra esta actividad ornitológica.
Con el tirón mediático de PokémonGo, esta aplicación, mundial y gratuita, la promueve la universidad estadunidense de Cornell y permite al aficionado en el avistamiento de aves y al ornitólogo profesional registrar a través de su teléfono móvil, tableta u ordenador las aves que identifica, así como una amplia información sobre el lugar y las condiciones de su observación, visual o por el canto del pájaro, que pasa a una gran base de datos mundial.
La versión española de esta aplicación se presentó en el nuevo Centro Internacional de Migración de Aves (CIMA) de Tarifa (Cádiz), dependiente de la Fundación Migres, por Yerai Seminario, uno de los quince ornitólogos españoles que colaboran con esta plataforma ornitológica mundial, y quien verifica la observaciones y confirma los avistamientos infrecuentes o excepcionales.
Esta aplicación, que puede ser usada por cualquier aficionado, ya que no requiere conocimientos específicos, como conocer el nombre científico de la especie o su catalogación taxonómica, se recomienda frente a la moda de capturar iconos digitales con Pokémon Go: “Ver aves siempre será mejor que capturar pokémones”, afirmó Yerai Seminario.
Las persecuciones de Pikachus, Charmanders o Ratatas virtuales se pueden sustituir por la localización y documentación informática de alguna de las casi seiscientas especies de aves que viven o migran en la Península Ibérica y que cada año atraen a miles de observadores y de ornitólogos, añadió.
El Pokémon Go inspira el mundo de la naturaleza
Este veterinario, experto en biología de la conservación y fotógrafo de naturaleza ha indicado la similitud entre la observación de aves y la captura de pokémones, pero antepone sin duda “el placer” de observar aves disfrutando de la naturaleza antes que buscar iconos digitales en paisajes urbanos, muchas veces masificados.
“Los pajareros también hacen listas de sus observaciones, se emocionan cuando consiguen una especie que no habían visto antes y también desarrollan una labor de coleccionismo”, destacó.
Participante en proyectos de conservación y mejora de la biodiversidad en media docena de países americanos y otros tantos de África, Seminario añadió que eBird “sustituye” al tradicional cuaderno de campo del ornitólogo y permite acumular en tiempo real “y de muy variadas formas” una amplia información ornitológica que, además, se comparte en tiempo real a través de una gran de datos mundial.
“e-Bird ya está cambiando la manera de trabajar las observaciones ornitológicas, tal y como las habíamos conocido, y su utilización por miles de interesados en la ornitología en algunos países ha demostrado que cada vez son capaces de ver más aves en su zona y de mejorar su capacidad de identificar especies”, ha añadido.
En el caso de Estados Unidos, los miles de observadores que han utilizado esta aplicación han ayudado a actualizar el atlas ornitológico de Norteamérica, que abarca EU, Canadá y México, con datos más precisos sobre muchas especies y sobre sus hábitos y migraciones.
Esta aplicación, en su opinión, “ayuda a crear ciencia ciudadana” y sus miles de usuarios colaboran con científicos y conservadores “porque les facilitan automáticamente miles de datos que ayudan a hacer ciencia y a tomar decisiones de conservación ya que todas las observaciones pasan a un gran banco de datos mundial de acceso libre”, ha recordado.
Yerai Seminario, miembro de la fundación estadunidense Peregrine en calidad de experto en rapaces, se instaló en 2014 en Tarifa (Cádiz), donde trabaja como guía ornitológico en Birding The Strait y colabora como experto en el estudio de la migración anual de cientos de miles de aves a través del Estrecho de Gibraltar.
El interés por las aplicaciones para dispositivos electrónicos relacionadas con la ornitología aumentó en los últimos años como demuestra el hecho de que la impulsada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO) para identificar especies de aves de la Península Ibérica superó ya las 50.000 descargas en poco más de dos años.
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