BERLÍN. La búsqueda del llamado “tren del oro” nazi en el suroeste de Polonia, emprendida esta semana por dos “cazatesoros” que aseguran conocer su ubicación, no ha aportado por ahora ningún avance claro, admitió su portavoz, Christel Focken.
En las excavaciones sobre el terreno se detectaron fragmentos de materiales que, teóricamente, no se corresponden con el lugar y que podrían apuntar a que se está efectivamente encima de un túnel subterráneo, añadió esa fuente.
Estos hallazgos dan pie a cierta “esperanza”, aunque la presencia de tales materiales puede deberse también a otras circunstancias, añadió Focken.
Los dos historiadores aficionados, Andreas Richter y Piort Koper, iniciaron el martes sus excavaciones tras varios retrasos por motivos técnicos, en el lugar donde creen quedó sepultado un tren blindado nazi que supuestamente transportaba metales preciosos y joyas.
El ferrocarril desapareció misteriosamente entre la fortaleza alemana de Breslavia (actual Wroclaw) y la localidad de Walbrzych, lo que desde los años 70 ha alimentado la leyenda en torno al llamado “tren del oro” nazi.
Hace un año, Koper y Richter aseguraron conocer la ubicación del túnel donde los alemanes habrían escondido ese tren, que al parecer fue derruido por los bombardeos soviéticos con el tesoro sepultado en sus entrañas.
En septiembre de 2015 los “cazatesoros” negociaron con las autoridades polacas recibir un 10 % del valor del oro en caso de hallazgo, y a partir de entonces se inició una búsqueda en la que participaron científicos locales, zapadores militares y expertos en minería armados con georadares y escáneres para detectar la presencia subterránea del tren.
Hasta ahora, no se ha encontrado ninguna evidencia de su existencia y algunos expertos la han incluso descartado, pero el inicio de las excavaciones ha atraído de nuevo la atención mediática hacia esa historia.
Los dos “cazatesoros” sostienen que conocen el secreto de la ubicación gracias al testimonio de un soldado nazi moribundo, lo que les decidió a iniciar las excavaciones a la altura del kilómetro 65 de la línea de ferrocarril que une Breslavia y Walbrzych.
El objetivo ahora de Koper y Richter es proseguir las excavaciones durante una semana en tres lugares distintos y a profundidades de hasta seis metros.
Sus tareas se hacen sin presencia mediática, por razones de seguridad, aunque está previsto difundir con posterioridad imágenes en vídeo, captadas por un equipo propio. JMS