El resultado de la economía en el segundo trimestre de 2016, que supone el primer descenso en tres años, se vio afectado por la actividad industrial, un 1.5 % menor a la del trimestre anterior e impactada por la producción manufacturera en Estados Unidos, que retrocedió 1.3 % entre enero y junio, aseguró el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela.
Ello, luego de que el gobierno de México redujo hoy el crecimiento de la economía de México a un intervalo de entre 2% y 2.6%, tras dar a conocer que el PIB del periodo abril-junio bajó 0.2 % frente al trimestre anterior en cifras desestacionalizadas.
“Hay que recordar que (este dato es el que) está más relacionado con las exportaciones mexicanas hacia ese país, y la estimación es de -0.9 % para todo 2016”, aseveró.
A su vez, México redujo la producción en 54 millones de barriles de crudo al día, el 2.4%.
A ello hay que sumar la “alta volatilidad” en los precios del petróleo de la mezcla mexicana, que promedió 36.7 dólares por barril en el periodo abril-junio de este año, un 41.8 % más respecto del primer trimestre de este año, pero la cifra implica una disminución del 15.6 % respecto al 2015 en su conjunto, recalcó.
Como en anteriores ocasiones, apeló al “entorno adverso” internacional para justificar el desempeño mexicano. “Los factores y pilares del mercado interno están funcionando, pero hay un factor externo complicado, sobre todo por una debilidad en la producción industrial de los Estados Unidos”, dijo Aportela en rueda de prensa.
A los elementos ya descritos sumó “una elevada volatilidad al mercado financiero”, el “deterioro” de las perspectivas de crecimientos mundiales o la decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea.
Todo estos factores llevaron a “una moderación en el rango de crecimiento”, que pasó del 2.2% al 3.2% estimado para este 2016 en mayo a un 2 % a 2.6 %.
De cumplirse los pronósticos a la baja, supondría que el PIB de México caería en 0.5 puntos porcentuales frente al del 2015, cuando el país creció en un 2.5 % respecto al año anterior.
En contraposición a estos datos no especialmente halagüeños, Aportela defendió hoy que las cifras originales y la comparación interanual seguían arrojando un dato positivo para la economía de esta nación latinoamericana, la segunda en importancia de la región tras Brasil.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la economía creció el 2.5% interanual en el segundo trimestre de 2016, mientras que entre enero y marzo del presente año lo hizo al 2.4%.
“Este dato se explica por el buen dinamismo del mercado interno”, aseguró tras presumir de una economía “balanceada” y un crecimiento “positivo y saludable”.
Además, destacó que en los primeros seis meses del año, en cifras desestacionalizadas – que elimina los factores coyunturales y de calendario como las festividades- México creció al 2% año contra año.
Recordó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró en julio las previsiones de México, con un alza del 2.5 %, una décima más de lo que calculaba hace tres meses. Para 2017, este organismo mantiene para México un crecimiento del 2.6 %.
El subsecretario recordó que las potencias regionales de Brasil y Argentina se encuentran en contracción económica al caer un 3.8 % y un 2.5 % en el segundo trimestre de este año a tasa anual.
Según Aportela, la economía mexicana sin petróleo crecerá a una tasa del 3% en términos reales en 2016.
Ello gracias a la fortaleza del mercado interno, que va de la mano de otros datos positivos para el consumo, como un índice de desempleo del 3.9 % de la población económicamente activa este segundo trimestre, una inflación baja, del 2.65 % anual en julio, y un incremento del salario y del crédito bancario.
En 2015, México creció un 2.5 %, superior al 2.1% de 2014 y al 1.4% de 2013.