Un estudio, publicado en la revista científica The New Atlantis, reveló que no existen pruebas de que las personas nazcan con preferencias sexuales definidas, es decir “no se nace gay, lesbiana o transgénero”.
Según el análisis de más de 200 estudios, se concluyó que la orientación sexual de las personas es muy ambiguo, en comparación con otros rasgos psicológicos de las personas.
Tiene que ver, entre otras cosas, con lugares de interés, comportamientos o identidad, además de la pertenencia a una determinada comunidad, anhelos, aspiraciones y sentido de compañerismo.
El estudio, liderado por Lawrence S. Mayer, médico biólogo, maestro en psicología y catedrático residente del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Johns Hopkins, critica la suposición de que los deseos sexuales, atracción o anhelos revelen una característica innata y fija de la constitución biológica o psicológica, una identidad sexual y orientación fija.
“Por otra parte, debemos tener algunas razones para dudar de la suposición común de que, con el fin de tener una vida feliz y floreciente, debemos descubrir el hecho innato sobre nosotros que llamamos sexualidad u orientación sexual y expresarlo invariablemente a través de determinados patrones de comportamiento sexual”, se lee en las conclusiones del primer capítulo del estudio.
Salud mental y discriminación
Algunas de las conclusiones a las que llega el estudio es que las personas no heterosexuales tienden a sufrir padecimientos como depresión, ansiedad, toxicomanía y suicidio, en comparación con el resto de la población.
“Miembros de la población no heterosexual tienen un riesgo 1.5 mayor de tener desórdenes de ansiedad que la población heterosexual, el doble de índice de depresión, un riesgo 1.5 veces mayor de abuso de sustancias y 2.5 veces mayor riesgo de suicidio”.
En el caso de la población trangénero la situación es más aguda. Por ejemplo, de acuerdo con la National Transgender Discrimination Survey, llevado a cabo por la National Gay and Lesbian Task Force, la prevalencia de intentos de suicidio entre sus encuestados, es de 41%, cifra muy superior al 4.6% de la población total de Estados Unidos que declara intentos de suicidio a lo largo de su vida y superior al 10-20% observado en la población de adultos homosexuales.
Identidad de Género
El estudio establece que el ser humano nace con el sexo biológico con las categorías binarias de macho o hembra (salvo algunos individuos con rasgos sexuales ambiguos), sin embargo, la identidad de género es un concepto todavía escurridizo.
El artículo señala que sólo una minoría de los niños que experimentan una identificación cruzada de género (atracción hacia personas de su mismo sexo) continúan identificándose de esa manera en la adolescencia y la adultez.
Por lo anterior, se lanza una alarma respecto a los casos en los que se inician proceso quirúrgicos o médicos en niños que dicen identificarse con el género opuesto al biológico.
“En nuestra opinión, nadie puede determinar la identidad de género de un niño de dos años. Tenemos nuestras reservas sobre hasta qué punto los científicos entienden adecuadamente lo que significa para un niño tener un sentimiento de género plenamente desarrollado”, se lee en las conclusiones del informe.
“Al revisar la literatura científica comprobamos que no sabemos prácticamente nada seguro sobre las razones biológicas que determinan qué factores llevan algunos individuos a afirmar que su género no corresponde con su sexo biológico”, concluye la investigación.
Sexo biológico
El sexo viene asignado de nacimiento, hace referencia a la condición biológica del individuo como macho o hembra y se asocia básicamente a atributos físicos como los cromosomas, la prevalencia hormonal y la anatomía externa e interna.
Identidad de género
Se refiere a conductas y atributos psicológicos habitualmente típicos de un sexo en particular. Algunos individuos se identifican con un género que no se corresponde con su sexo biológico, fenómeno cuyas causas siguen sin comprenderse adecuadamente
Violencia
Otro de los aspectos que se han encontrado en relación a la salud de las personas homosexuales es la violencia de en la pareja.
De acuerdo con un estudio de la Emory University en 2012, las tasas de violencia de pareja (ya sea psicológica, física o sexual) tiene tasas alarmantes en las relaciones entre hombres.
La victimización con violencia física se denunciaba más a menudo, con tasas que oscilaban entre el 12% el 45%. La tasa de victimización con violencia sexual fluctuaba entre el 5% y el 31% y nueve de lso 19 estudios analizados mostraban tasas superiores al 20%.