La policía brasileña presentó hoy cargos contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y su esposa en el marco de una investigación para determinar si el exmandatario se benefició del esquema de corrupción vinculado a Petrobras.

 

Lula, quien es investigado en otras dos causas, es acusado por la policía de corrupción, lavado de dinero y falsificación, tras descubrir que el expresidente es el propietario de un apartamento de tres plantas en el balneario de Guarujá, en Sao Paulo, y lo ocultó.

 

Junto al exmandatario, su esposa Marisa Leticia también fue acusada de corrupción por la policía federal, así como el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamoto; el expresidente de la constructora OAS, José Adelmário Pinheiro Filho, y el empresario Paulo Gordilho.

 

La denuncia contra Lula y su esposa será ahora analizada por la fiscalía, que deberá decidir si la acepta e imputa al exmandatario, lo que podría suponer un problema para las aspiraciones políticas de Lula en la elección presidencial de 2018.

 

Tras la denuncia, Luiz Inácio Lula da Silva acusó que se trata de una imputación de “carácter político”.

Los abogados de Lula, Cristiano Zanin Martins y Roberto Teixeira, por medio de un comunicado calificaron la denuncia como una “obra de ficción” que “tiene carácter y connotación políticos”.

 

Según los abogados, el comisario Marcio Adriano Anselmo, responsable de la denuncia, “tiene un histórico de ofensas” a Lulaen las redes sociales y ha mostrado “simpatía” por opciones políticas “antagónicas” al expresidente.

 

“No se puede aceptar como coincidencia el hecho de que el informe se presente en medio del juicio político de la presidenta de la República electa con el apoyo de Lula“, agrega la nota, en alusión al proceso que persigue la destitución de Dilma Rousseff, que previsiblemente concluirá la semana que viene.