Con la infraestructura actual, el país puede almacenar gas Licuado de Petróleo (LP) apenas suficiente para satisfacer la demanda de 2.4 días, por lo cual, para garantizar un equilibrio en un mercado recientemente abierto, hace falta ampliar en al menos 150% las instalaciones relacionadas con el sector, alertaron analistas del sector energético y empresarios.
De acuerdo a información de la Secretaría de Energía (Sener), esa capacidad representa apenas una sexta parte de la infraestructura de almacenamiento de la molécula que tiene Estados Unidos, principal país de origen del combustible que importan tanto Petróleos Mexicanos (Pemex) como empresas privadas a partir de la apertura del sector, el 1 de enero pasado.
Miriam Grunstein, especialista de la consultora Brilliant Energy, explicó que el rezago en la infraestructura para transporte y almacenamiento se debe al control que por años Pemex ejerció sobre la importación de combustible.
Antes de la apertura, la petrolera surtía el gas LP a los distribuidores, quienes salían a la calle a vender y no tenían ni requerían mecanismos de almacenamiento para protegerse contra la volatilidad del precio, porque existió un precio controlado por mucho tiempo, explicó.
Víctor Figueroa, presidente de la Asociación de Distribuidores del Interior de Gas LP (Adigas), que agrupa a pequeñas y medianas empresas con presencia en 26 estados del país, señaló que los distribuidores no tienen infraestructura suficiente para almacenar el combustible.
“El gas, por su naturaleza, no es fácil transportarlo en grandes cantidades. Cuando se habla de transportar 20 mil o 30 mil toneladas, se necesita un barco, un ducto, además de almacenes gigantes y esa infraestructura como empresas de Adigas no la tenemos”, comentó.
De acuerdo con Ramsés Pech, analista de la consultora Caraiva y Asociados, para que el gas LP pueda ser abastecido en todo el país, la infraestructura de transporte, especialmente de ductos y tanques de almacenamiento debería crecer 150%.
“La mayor parte del gas LP se transporta mediante llantas, es decir, con pipas, que son 60% más caras que el transporte a través de ductos. Además, el traslado ferroviario casi no se utiliza para mover el gas, y este es un medio que también es menos caro que las pipas”, comentó.
“En México, el transporte depende en gran medida del ducto troncal Cactus-Guadalajara que cuenta con una capacidad de transporte máxima de 242 mil barriles por día y mil 231 kilómetros de longitud”, es decir que el transporte de este combustible se centra en un solo ducto, señaló la Secretaría de Energía (Sener) en la Prospectiva de Gas Natural y Gas LP 2019-2025.