SAO PAULO. Los simpatizantes de la ahora ex presidenta brasileña Dilma Rousseff volvieron a salir hoy las calles de Sao Paulo, la mayor ciudad del país, en otra jornada de manifestaciones contra la decisión del Senado de destituir a la mandataria por irregularidades fiscales en su gestión.
La céntrica Avenida Paulista, conocida como el “corazón financiero” de Brasil y que se ha convertido en el escenario de las principales manifestaciones sociales y celebraciones deportivas del país, fue este jueves por cuarto día consecutivo el epicentro de una concentración a favor de Rousseff.
En un clima más pacífico al de las tres anteriores, que terminaron con la intervención policial para dispersar a los manifestantes y evitar que ellos se encontraran con un grupo de contrarios de Rousseff, que estaban acampados desde hacía varios meses, la de este jueves contó con un menor número de personas.
El “día después” de la votación en el Senado, en el que 61 legisladores aprobaron la destitución de Rousseff y veinte la respaldaron, no fue diferente en la Avenida Paulista a los anteriores.
Con camisetas rojas, que identifican el color del Partido de los Trabajadores (PT), y carteles de apoyo a Rousseff y contra el nuevo gobierno del ahora presidente Michel Temer, los militantes partidarios a la exmandataria se movilizaron con los ya acostumbrados gritos de “Fuera Temer”.
El acompañamiento policial fue reforzado y helicópteros acompañaron el desplazamiento de los manifestantes hasta la Plaza del Ciclista, al inicio de la céntrica avenida.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Sao Paulo, por su parte, rechazó un pedido de autorización para una manifestación a favor de Rousseff el próximo domingo, alegando que la Avenida Paulista será ocupada durante el paso de la antorcha paralímpica por la mayor ciudad del país.