El mexicano Sergio Pérez pudo probar la nueva versión del “halo”, la protección para el piloto que se planea instalar en 2018 en los coches Fórmula Uno, por lo que declaró que no tuvo problemas de visibilidad, ni algún impacto alguno en su conducción.
La Federación Internacional Automovilística (FIA) continúa haciendo pruebas y en esta ocasión estuvo Pérez entre los elegidos para hacerlo.
El proyecto todavía marcha lentamente, por lo que ya se retrasó su intento de implementación de 2017 a 2018; este nuevo aditamento al monoplaza con el que se piensa dar mayor protección y seguridad a la cabeza del piloto.
“Tuve la oportunidad de probar el halo por primera vez. Fue sólo una vuelta de instalación, pero no sentí que me diera ningún problema con la visibilidad. Salir del coche es un poco más difícil, pero será interesante ver cómo esta tecnología se desarrolla con el tiempo”, dijo.
En cuanto a la jornada de trabajo que tuvo con el equipo previo al Gran Premio de Italia, “Checo” expresó que este día fue bueno, “el balance del coche todavía no está donde quiero, así que tenemos que entender por qué. Todavía hay un par de décimas que podemos encontrar, lo cual debe ser un buen punto de partida”.
“Checo” fue quinto en su primera ronda de entrenamientos en el Autódromo Nacional de Monza, y más tarde, se ubicó en el décimo tercer puesto, atrás de los dos coches de Williams, con quienes mantiene la pelea por la cuarta plaza.
Por su parte, Alfonso Celis volvió a tener actividad arriba del Fórmula Uno, solo que en esta ocasión fue el alemán Nico Hulkenberg, quien le cedió el volante para la sesión de este día, en el que logró dar 30 vueltas y acabar décimo segundo.
“Lo más importante para mí es seguir mostrando al equipo que estoy progresando y no cometer errores. Como siempre, la prioridad es llevar el coche a casa en una sola pieza, pero cada vez que entro al auto aumenta mi confianza y puedo empujar un poco más. Monza no es una pista fácil de conducir, especialmente si no estás en el coche cada fin de semana”, comentó.