A pesar de que perdió dos lugares entre las monedas más utilizadas, el peso es la décima de las 52 divisas más usadas en el mundo, pues a diario se realizan transacciones equivalentes a 112 mil millones de dólares, es decir 2.1 billones de pesos, según la Encuesta Trienal del Banco de Pagos Internacionales.

 

Del total de las transacciones, 82.1% se realiza en mercados internacionales y apenas el equivalente a 20 mil millones de dólares se intercambian al interior del país.

 

Los datos internos sobre el uso del peso fueron recabados por el Banco de México a través de información proporcionada por 17 instituciones financieras con mayor operación cambiaria y que representan 96% de la actividad local.

 

A diferencia de cualquier divisa perteneciente a los mercados emergentes, la moneda mexicana puede ser comprada y vendida las 24 horas del día y los 365 días del año, es decir, el peso tiene mucha liquidez y profundidad en el mercado, porque es muy accesible para realizar operaciones cambiarias.

 

Sin embargo, esto también representa amenazas para la fortaleza del peso frente al dólar, pues lo expone más a la inestabilidad de los mercados internacionales y al “uso abusivo” para proteger las inversiones en otros países, lo que debilita al peso, de acuerdo con una Carta al Banco de México, elaborada por Eduardo Fernández y publicada por 24 HORAS en agosto de 2015.