El exvicepresidente de Argentina, Amado Boudou, fue procesado hoy en una causa judicial en la que se le acusa de “administración fraudulenta” por haber comprado de manera injustificada 19 autos de lujo.
El juez federal Sergio Torres consideró en su fallo que Boudou cometió un perjuicio en contra de la administración pública, ya que adquirió los autos para el ministerio de Economía que él encabezaba en 2009, antes de ser designado como vicepresidente.
En un extenso documento, el magistrado explicó que la compra fue “antojadiza e infundada”, además de que no se realizaron los procedimientos legales para licitar una adquisición que superó el medio millón de dólares.
“La compra no se hizo por licitación o concurso sino mediante subasta privada no habilitada por ley y se realizó con urgencia para aprovechar el dinero que el ministerio de Economía tenía en 2009”, afirmó Torres.
Agregó que los autos se pagaron más caros de lo que indicaba el valor de mercado para compras corporativas, además de que uno de los autos quedó a disposición de Boudou durante casi dos años mientras fue vicepresidente.
En febrero pasado, el exvicepresidente ya había sido procesado por el juez Norberto Oyarbide por haber realizado viajes de vacaciones en un avión y un helicóptero privados sin cubrir ningún pago, es decir, por recibir favores de empresarios.
Los problemas judiciales del ex funcionario comenzaron en 2012, cuando el programa “Periodismo para todos”, opositor al kirchnerismo, reveló que Boudou había comprado, con la ayuda de prestanombres, parte de la imprenta Ciccone Calcográfica, que estaba en proceso de quiebra.
De acuerdo con la investigación, Boudou aprovechó su puesto como ministro de Economía para rescatar financieramente la empresa y, posteriormente, logró que obtuviera millonarios contratos con el Estado para imprimir papel moneda.
Un par de años más tarde, Boudou se convirtió en el primer vicepresidente de la historia argentina en ser procesado, ya que el juez Ariel Lijo le imputó delitos por los que podría ser condenado a penas de seis años de cárcel, pero que en lo concreto se tradujo en el fin de su carrera política.
Ya sin el cargo de vicepresidente, el economista se encuentra a la espera de que la justicia decida si deberá enfrenta o no un juicio oral, lo que podría ocurrir este año.
Boudou, además, se ha convertido en un asiduo visitante de los tribunales, ya que sigue en marcha ocho causas judiciales en su contra.