MANILA. Al menos 14 personas han resultado muertas y otras 67 heridas tras la explosión hoy de una bomba en un mercado en la ciudad de Davao, en el sureste de Filipinas, informaron fuentes oficiales.
Las nuevas cifras de la Policía de Davao fueron transmitidas durante una reunión de los servicios de urgencia y fuerzas de seguridad con el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, según la emisora filipina ANC.
Además, el secretario de Comunicaciones del Gobierno filipino, Martin Andanar, afirmó a los medios que la policía ha encontrado metralla en el lugar de la explosión, por lo que “parece que se trata de una bomba”.
“Investigaciones iniciales apuntan a que se utilizó un mortero como artefacto explosivo improvisado, pero seguimos investigando así que no se descartan otras opciones”, declaró Andanar.
Asimismo, señaló que se plantean dos posibles autores de un posible atentado, el grupo islamista rebelde Abu Sayyaf o capos de la droga enfurecidos por la radical guerra contra los estupefacientes que está llevando a cabo el actual gobierno de Filipinas.
Andanar también confirmó la presencia de Duterte en la ciudad de Davao, de la que ha sido gobernador y alcalde durante más de 20 años, cuando se produjo la explosión.
Por su parte, las fuerzas de seguridad de Davao están en alerta roja, y “se han establecido puestos de control en todas los puntos de salida de la ciudad”, aseguró en un comunicado el jefe de la Policía de la provincia de Davao, Manuel Gaerlan.
La Policía del Área Metropolitana de Manila también ha declarado la alerta máxima en la ciudad, donde se ha aumentado la vigilancia en el aeropuerto, terminales de autobuses y centros comerciales, y se han intensificado los controles en las carreteras.
La explosión se produjo sobre las 23.00 hora local del viernes (15.00 GMT) en un mercado nocturno en el centro de la ciudad.
Davao se encuentra en la isla meridional de Mindanao, una convulsa zona de Filipinas donde operan varios grupos rebeldes, entre ellos Abu Sayyaf, un grupo radical islámico que se ha declarado seguidor del Estado Islámico y que ha protagonizado algunos de los ataques terroristas más sangrientos del país.
El pasado lunes, enfrentamientos entre Abu Sayyaf y el Ejército de Filipinas en la ciudad sureña de Patikul, en la provincia de Sulu, dejaron al menos 15 soldados y unos 30 rebeldes muertos, según cifras oficiales. JMS dmh