Ruta: desde Warwick hasta Lancaster, Reino Unido.

Duración: cinco noches.

Coche sugerido: Bentley Bentayga

 

Objetivo

 

Cuando unos quieren ser parte de la Unión Europea, otros dicen que no; mientras unos quieren mantener unido al Reino, otros se niegan. Es el clásico tomatoe tomato, pero lo cierto es que esta región llena de contrastes es tan fascinante ahora como en el pasado. Un recorrido de Norte a Sur por los castillos y poblados del Reino Unido permite entender las diferencias y similitudes con que ha crecido esta gran nación; uno va descubriendo en el camino postales majestuosas mientras imagina esos bélicos encuentros a caballo entre reinos rodeados de fortalezas que aguardaban a la realeza.

 

Punto de partida: Stratford Upon Avon, la cuna de Shakespeare.

 

La campiña inglesa es como un cuento de hadas, praderas verdes, canales llenos de flores, casas de piedra o con la típica arquitectura Tudor, hermosos jardines entre riachuelos, un pueblo con tiendas y Pubs y, claro, un majestuoso castillo con fortaleza y enormes torres.

 

Stratford Upon Avon es famoso por haber visto nacer al gran escritor de todos los tiempos, William Shakespeare; sin embargo, una vez estando ahí resulta aburrido visitar los museos y casas que le rinden homenaje. Lo verdaderamente disfrutable es remar en el canal, pasear entre los callejones de piedra, cruzar sus puentes medievales, comprar alguno de los múltiples suvenires que hacen alusión a las brujas o wikkas y tomar una cerveza en un pub.

 

A pocos minutos de este lugar se encuentra otro encantador pueblo que rodea a uno de los más lindos castillos de la zona, Warwick. Este castillo puede recorrerse como un museo, aunque vale mucho más la pena entrar a los jardines que existen debajo del castillo, a un lado del río –todavía con un molino de agua– para admirar desde abajo esas imponentes torres circulares que resguardan el inmenso edificio.

 

 

ROAD-TRIP-CASTILLO-DE-HARLECH

 

 

Primera parada: Schrewsburry y el Puente de Hierro.

 

Cruzando Inglaterra de Este a Oeste, pasando por la gran metrópoli de Manchester, se llega a otro lugar de ensueño, Ironbridge, un puente con historia desde 1779 al lado de un pequeño poblado con cierta alusión a personajes como Robin Hood. A los lugareños de aquí ya se les escucha con un marcado acento escocés, cambian las costumbres, los sabores y el paisaje es mucho más agreste.

 

Quizás la ciudad más cercana, Schrewsburry, sea uno de los lugares más pintorescos también, una ciudad de calles inclinadas, castillos, iglesias y coloridas casas de hermosa arquitectura Tudor. El castillo de Schrewsburry es de menor tamaño, pero con un exquisito gusto y con una vista panorámica del bosque que merece la pena visitar.

 

 

 

 

Segunda parada: Los castillos del norte de Gales.

 

En un día se pueden recorrer los castillos del norte galés, uno más impresionante que el otro. Harlech es quizá el más lejano de ellos, unas ruinas de piedra situadas frente al mar y abandonadas a la historia que logran la típica postal medieval de un reino perdido en medio de una pradera de largos pastos verdes, que bailan con el fuerte viento que sopla desde el Mar de Irlanda. El recorrido entre pequeñas carreteras al lado del campo lleno de ovejas y bardas de piedra bañadas en neblina, es parte del encanto en este Roadtrip.

 

Los castillos de Caernafon, Beaumaris y Conwy son simplemente majestuosos. En la orilla del mar y rodeados por pintorescas ciudades amuralladas, con los típicos puentes de madera que enlazan la entrada con las primeras barreras de una fortaleza que resguarda el castillo con miradores en torres. Tras visitar los castillos podrás sentirte como parte del pueblo probando unos scottish eggs con sidra en cualquier pub del pueblo.

 

La última y nos vamos: Lancaster o la entrada a Escocia.

 

Lancaster, a primera vista, es una ciudad sin mucho chiste, aunque no deja de tener un lindo castillo que visitar, y, sobre todo, es la mayor ciudad del norte de Inglaterra que se encuentra situada casi en la frontera con Escocia, por lo que se convierte en el perfecto punto para recargar baterías y continuar con una segunda etapa del viaje en la tierra del Whisky.