Este próximo jueves 8 de septiembre, la SHCP estará entregando al Congreso el Paquete Económico 2017, el que estará siendo revisado, en forma exhaustiva, por las calificadoras y áreas económicas del sector financiero que permitan evaluar, primero, el nivel de recorte en el gasto público por parte del Gobierno federal, el crecimiento esperado para 2017 y el nivel de endeudamiento que estaría registrando como monto global y con respecto al PIB. El gobierno se comprometió a no generar nuevos impuestos y, por ello, le urge “liberar el precio de la gasolina” y no caer en “posibles subsidios”.
Uno de los puntos importantes es que ya no tendrá ese monto de remanentes del Banxico, que se dieron en 2016 como producto de la venta de dólares a lo largo del año. En este 2016 con perspectiva a 2017, el Banxico registró ventas de reservas internacionales sólo en enero y parte de febrero pasado, que representaría alrededor de 10-12% del total reciente.
La perspectiva para 2017 es más “austera”. El crecimiento deberá ser menor en función de varios aspectos:
– La economía tiene ya 100 puntos base de alza en las tasas de interés, por lo que es probable que ante una baja en el nivel de confianza, veamos una menor inversión directa. El riesgo de más alzas sigue tanto por factores externos como internos.
– El gobierno debe implementar un recorte fuerte en el gasto corriente y, por lo tanto, habrá menos proyectos y gasto productivo.
– La inflación estará muy sensible y actualmente la del productor duplica a la del consumidor. En 2017 estará con bases más normalizadas y con riesgo de ubicarse en 3.0% más 1% del rango del Banxico.
– Los ingresos tributarios en 2017 tendrán una base comparativa alta considerando una probable actividad con menor crecimiento.
– Tendrán que trabajar en reducir el déficit fiscal hacia niveles de 3.1% o menos (en forma permanente).
– Podría darse una baja en el rating soberano de México, que movería flujos hacia otras economías de la región a menos que el Gobierno federal tenga un comportamiento extraordinario en el recorte del gasto y se mantenga muy austero.
– Resultado de las elecciones del Estado de México que marcarían la posible continuidad o el truncamiento para renovar el siguiente período de la administración a partir de 2018 por parte del partido oficial (PRI).
– En lo internacional, habremos conocido al ganador de las elecciones presidenciales en EU y con un crecimiento de la economía moderado. Ahí, la relación Clinton-Gobierno de México podría estarse enfriando por la reciente visita de Trump en caso de triunfo del partido demócrata, y habrá choques políticos, sociales y económicos, si el partido republicano sale ganando.
– El riesgo de una normalización en las tasas de interés mantendrá sensible al peso mexicano y al nivel de confianza del consumidor.
– El riesgo del sector bancario en Europa, así como el Brexit ya en su implementación en 2017 podrían tener efectos negativos en los mercados financieros.
– Menor crecimiento en economía como China, Japón y Brasil también afectaría el entorno global y las balanzas comerciales seguirían denotando una demanda débil.
Podemos seguir buscando más variables que puedan incidir primero en el comportamiento del tipo de cambio, de las tasas de interés y del mercado accionario.
La tenencia de extranjeros jugará un papel relevante y requiere “confianza” para mantener el atractivo de invertir en bonos del Gobierno federal. Las tasas de crecimiento anual son cada vez menores, y en caso de una salida, cada punto porcentual representa alrededor de mil 300 millones de dólares, aproximadamente.
La gran liquidez mundial empezará a cuestionarse ante los bajos crecimientos de la economía mundial y no descartemos poder estar en ciclos negativos en mercados.
En conclusión, este Paquete Económico deberá contar con todos los elementos que permitan ver fácilmente el recorte del gasto corriente del Gobierno federal y ojalá se muestren incentivos para que la inversión privada ayude a apuntalar el crecimiento de la economía que tanto vamos a necesitar.