Durante la madrugada de este martes, los admiradores de Juan Gabriel esperaron hasta seis horas para ver la urna con las cenizas y dar el último adiós al cantautor en el Palacio de Bellas Artes.
A pesar del frío y el cansancio, familias, parejas y grupos de amigos permanecíeron con buena actitud en la larga fila que rodeaba la Alameda Central para despedirse de su ídolo.
Algunos llevaban ramos de flores, otras estaban al pendiente de qué fila avanzaba más rápido y llegar al recinto de mármol en donde se le rindió homenaje al Divo de Juárez.
Por un momento, los seguidores del compositor se desesperaron por el lento avance en el recorrido, mientras que en pantallas dispuestas en algunas glorietas en la Alameda, se retransmitía el tributo realizado horas antes en el recinto.
A lo largo del camino, los asistentes animaban a permanecer en el lugar a quienes ya querían irse; “¿ya te vas a ir?, mejor ya espérate”, le dijo una señora a un joven que intentaba salir de la fila.
Aunque pasaban de las 3:00 horas, en la fila también había niños pequeños, quienes acompañados por sus padres, permanecían apostados en la fila para entrar a ver las cenizas de Juan Gabriel.
Los melómanos que empezaron a las 11:30 de la noche, ingresaron a las 5:39 horas al Palacio de Bellas Artes para decirle adiós a una de las grandes figuras de la música popular.
La noche finalizó con inumerables muestras de afecto hacia el cantante, quien falleció el pasado 28 de agosto en Estados Unidos, a pesar de que en el interior sólo pudieron permanecer por cinco minutos.
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