NUEVA YORK. La alemana Angelique Kerber conquistó hoy el Abierto de Estados Unidos, último torneo de Grand Slam de la temporada, al vencer por 6-3, 4-6 y 6-4 a la checa Karolina Pliskova.

 

La nueva número uno del tenis mundial femenino obtiene así en la misma temporada sus dos primeros títulos de Grand Slam pues antes, en enero pasado, conquistó el Abierto de Australia.

 

Kerber, de 28 años, destronó a la estadounidense Serena Williams, que ocupó el liderato durante 186 semanas consecutivas.

 

La alemana se lleva un premio de 3,5 millones de dólares y 1.750.000 dólares Pliskova, la primera jugadora checa que llega a una final del Abierto desde 1993 cuando Helena Sukova cayó por doble 6-3 ante la alemania Steffi Graf.

 

Kerber sólo había llegado una vez hasta las semifinales del Abierto, en 2011.

 

En julio pasado alcanzó la final de Wimbledon, además de lograr medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, así como el título de Stuttgart en tierra batida y las finales en Cincinnati y Brisbane.

 

Pliskova, de 24 años, ya había hecho historia tras eliminar a las hermanas Williams, a Venus en cuarta ronda y Serena en semifinales.

 

Su paso demoledor fue frenado en la final al perder el quinto partido en los ocho que ha jugado con Kerber.

 

Antes del Abierto, Pliskova era sólo una jugadora en el top 20 que nunca había logrado llegar a cuarta ronda de un Grand Slam.

 

A pesar de la derrota, Pliskova concluye un buen año ganando dos títulos, incluido el que logró en Cincinnati al vencer en la final a Kerber.

 

El partido final, que duró dos horas y siete minutos, comenzó con nervios en ambas jugadoras, sin consistencia en su saque lo que hizo que se lo rompieran tres veces. Pero Kerber lo hizo dos y eso le permitió quedarse con la manga.

 

En la segunda tuvieron menos errores no forzados. Mientras que Pliskova comenzó a imponerse con su tenis agresivo y mejor saque que ya no perdió y si logró un ‘break’ en el séptimo para el parcial de 4-3 que sería todo lo que necesitaba para conseguir el set y empatar.

 

Pliskova mantuvo su momento, sin dejar a Kerber marcar desde el fondo de la pista mientras que imponía su resto para en el tercer juego hacerle de nuevo la rotura a la tenista alemana, que lo perdió (1-2).

 

A partir de ese momento, el partido adquirió un mayor suspense e intensidad en cada golpe ante la necesidad que tenía Kerber de recuperar su saque y de Pliskova de mantener la ventaja.

 

La primera fue la que logró el objetivo al conseguir por fin la rotura del saque de Pliskova en el sexto que ponía de nuevo el empate en el marcador con el 3-3, mientras que recuperaba también la confianza en sus golpes y servicio para mantenerlo y ponerle el 4-3 a su favor.

 

La balanza se inclinó del lado de Kerber, que comenzó a imponer su golpes desde el fondo de la pista, restó mejor y estuvo de nuevo a punto de romperle el saque a Pliskova en el octavo, no lo hizo, pero si lo consiguió en el décimo de forma arrolladora con cuatro tantos seguidos y sin darle ninguna opción de reacción a su rival.

 

Kerber concluía el partido con números de 21 golpes ganadores y 17 errores no forzados, por 40 y 47 de Pliskova, que acertó cinco ‘aces’ (44 en todo el torneo), la mejor marca, pero cometía cuatro dobles faltas por dos la tenista alemana que metió un saque directo.

 

Pliskova hizo 28 puntos en 38 subidas a la red por 4 de 5 de Kerber que siempre fue fiel a su estilo de juego de poder perfecto manejado desde el fondo de la pista con la combinación de seguridad y agresividad que la ha convertido en la nueva reina del Abierto de Estados Unidos y del tenis mundial femenino.