Un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) realizan estudios en torno al control de juego Kinect, a fin de probar su uso terapéutico en los niños con parálisis cerebral y trastorno congénito.

 

El modelo experimental busca diferencias y beneficios de la terapia, mediante el uso de interacción basada en el movimiento y comparadas con la rehabilitación tradicional en pacientes con parálisis cerebral, dijo la investigadora Ivett Quiñones Urióstegui.

 

El proyecto se desarrolla en el Laboratorio de Análisis de Movimiento del INR, donde los especialistas aplican a los seres vivos movimientos del cuerpo humano, para saber cómo se mueve un individuo durante, antes y después de una intervención quirúrgica o rehabilitación.

 

Quiñones Urióstegui indicó que a través de dichos experimentos pueden estudiar la marcha humana, el balance y la postura, entre otros aspectos.

 

La especialista mencionó que uno de los objetivos es dotar de instrumentación y técnicas que evalúen de manera cuantitativa el movimiento de pacientes para atender las enfermedades musculoesqueléticas.

 

“Con el boom de los juegos de interacción basados en movimiento como el Kinect, validamos si los movimientos que se realizan en los juegos de video (donde se baila, se corre y se salta) van a modificar la marcha del niño con parálisis cerebral”, indicó Quiñones Urióstegui.

 

“Diseñamos un programa de entrenamiento para comparar el uso de esta tecnología con la terapia convencional, en el que participaron niños con parálisis cerebral tipo hemiparesia espástica, una forma de parálisis cerebral que afecta un solo lado del cuerpo”, abundó.

 

Señaló que se tienen que buscar opciones para ese tipo de padecimientos, a fin de aplicar las terapias en el hogar, con el objetivo de reducir costos y tiempos de traslado.

 

“Con la terapia de interacción basada en movimiento es posible desarrollar dispositivos o programas capaces de medir ciertos parámetros (movimiento de las articulaciones, velocidad) día a día, mientras el paciente juega, se observa si éste mejoró”, apuntó.

 

“Si no hay cambios, se modifica la terapia. Este es uno de los beneficios que brinda esta tecnología”, dijo.

 

En la actualidad, los especialistas buscan medir el balance en los niños para averiguar si éste se modificó con los juegos de video, y si hay beneficio en otras actividades de la vida cotidiana.

 

ASÍ LOS AYUDA

  • El niño aprende a tomar un mejor ritmo.
  • Ayuda a que sus movimientos sean más rápidos.
  • Desarrolla la convivencia con otros pequeños.
  • Ponen más atención en los objetos que se mueven en la pantalla, así como en los colores, la música, el movimiento.