Su dirigente Ricardo Anaya, echador y echado para adelante con oratoria juvenil, habla de nuevos tiempos para el país simplemente porque ganó siete estados en junio pasado.

 

En sus spots promete no fallarle a México, como si la sociedad no recordara aquel reclamo del 2 de julio de 2000 a Vicente Fox, cuando celebraba su victoria sobre Francisco Labastida.

 

-¡No nos falles! ¡No nos falles! –gritaba aquella militancia deseosa de cambios y tiempos jamás llegados ni con Fox ni con Felipe Calderón en dos sexenios presidenciales panistas.

 

Pero hoy las acciones y las omisiones del Gobierno priista de Enrique Peña Nieto, junto con circunstancias ajenas e internas, han cambiado el escenario político y vienen los tiempos de definición.

 

Al PAN, vencedor en contiendas con el único argumento de ir contra la corrupción del PRI y sus gobernantes, le esperan retos inesperados.

 

Tan inesperados como no haber preparado camadas de políticos capaces de integrar gobiernos promisorios y conducir a mejores estratos socioeconómicos a los estados donde se darán cambios ejecutivos.

 

DURANGO: 2 EX PRIISTAS, AL MANDO

 

Quiso el calendario poner dos cambios sin trauma.

 

El priista Francisco Olvera entregó Hidalgo a Omar Fayad en un ambiente de paz y entendimiento, como Miguel Alonso Reyes en Zacatecas a Alejandro Tello.

 

La primera novedad será mañana.

 

El priista Jorge Herrera cederá Durango a José Rosas Aispuro, un hombre de formación tricolor, arropado por segunda vez con panistas y perredistas y vencedor sobre Esteban Villegas, el delfín incapaz de ganar una casilla en la capital hasta la elección gobernada por él.

 

De ese tamaño era su desprestigio.

 

Durango es un buen ejemplo de los escenarios a la vista: relevo de candidatos supuestamente antipriistas, pero formados en el PRI y sin cuadros panistas o perredistas para hacer gobierno.

 

La campaña de Rosas Aispuro fue coordinada por un priista, el ex diputado y ex senador Adrián Alanís, quien hoy será nombrado secretario general de Gobierno.

 

Rosas Aispuro no tiene cuadros panistas o perredistas a la mano con experiencia administrativa suficiente, y por ello ha decidido conformar un gobierno plural, con miembros de la sociedad y de otros partidos.

 

EL PRD ES UN CERO A LA IZQUIERDA

 

Lo hace con razón.

 

Vea usted: Rodolfo Elizondo, sin duda el mejor cuadro azul del estado, se encuentra muy enfermo, y a lo sumo podría desempeñar funciones secundarias.

 

Otros elementos panistas –Rodolfo Dorador, Jorge Salim, Gina Campuzano, Claudia Hernández– decidieron refugiarse en el Congreso del estado o regidurías, acaso porque no confiaban en la victoria de Rosas Aispuro.

 

En consecuencia, no le sorprenda si al final resulta un gabinete verde, blanco y rojo, bajo el argumento común de “ser los mejores hombres de Durango” para ocupar un cargo de primer nivel.

 

Estos días confirmaremos este hecho en un estado del Norte, pero pronto nos enteraremos de casos similares por algo muy simple: el PAN no tiene cuadros para gobernar y el PRD es un cero a la izquierda en esas alianzas.