BERLÍN. Los servicios secretos de Interior alemanes advirtieron hoy del creciente peligro que representan los falsos “lobos solitarios” yihadistas, que en realidad actúan dirigidos por la organización terrorista Estado Islámico (EI).
“Se trata de individuos que aparentemente actúan por su cuenta. En realidad están dirigidos de forma virtual y a través de mensajes desde el extranjero“, apuntó el presidente del departamento de Defensa de la Constitución, Hans-Georg Maassen, después de que ayer fueran detenidos en Alemania tres solicitantes de asilo sirios presuntamente vinculados al EI.
Esta forma de actuación representa “un especial desafío para los servicios de seguridad” del país, comparable al que suponen las llamadas “células durmientes”, prosiguió el responsable de ese estamento, uno de los apartados de los servicios secretos alemanes.
El departamento de Maassen alerta asimismo sobre las interrelaciones entre tres grandes grupos de yihadistas: miembros de células durmientes, los retornados a Alemania tras participar en campos de entrenamiento en Siria o los fundamentalistas infiltrados por EI entre los refugiados.
Las declaraciones de Maassen siguen a la detención ayer de tres solicitantes de asilo con pasaporte sirio, que presuntamente fueron introducidos en el país por las redes del EI.
Maassen, que no se refirió explícitamente a estos casos, indicó que el yihadismo está amplificando su actuación en la denominada “guerra híbrida”, con creciente intervención de redes sociales e internet.
Según datos de su departamento, se estima que en Alemania hay actualmente unos 9,200 miembros de la minoría salafista, frente a los 4.000 que se tenían detectados en 2011 y los 7.500 de mediados de 2015.
Los tres solicitantes de asilo detenidos ayer tuvieron vínculos con los terroristas de los atentados de París de noviembre pasado y constituían probablemente una “célula durmiente”, según Interior.
Se sospecha que la banda de traficantes que llevó a los terroristas de París a Europa fue la misma con la que los tres llegaron a Alemania en noviembre de 2015, desde Turquía hasta Grecia y después a través de la ruta de los Balcanes.
El ministro del Interior, Thomas De Maizière, hizo ayer hincapié en la relación de los detenidos con los terroristas de Francia, que dejaron 130 muertos en los atentados perpetrados el 13 de noviembre contra la sala de conciertos “Bataclan” y otros objetivos.
En la operación participaron más de 200 efectivos de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), de la Policía federal y de las fuerzas de seguridad de varios estados federados.
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