NUEVA YORK. La 71 Asamblea General de Naciones Unidas inició hoy sus debates de alto nivel con llamamientos para acabar las “atrocidades” de Siria y recuperar el valor de la diplomacia, a pesar de las más recientes tensiones entre EU y Rusia.
De la treintena de personalidades que hablaron hoy en la ONU fue el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el que presentó un panorama más crudo, sin los miramientos que suele utilizar, a meses de que abandone ese puesto.
“Hoy en esta sala hay representantes de gobiernos que han ignorado, facilitado, financiado, participado o incluso planeado y ejecutado atrocidades infligidas por todas las partes del conflicto sirio contra civiles”, denunció Ban.
Y lo dijo frente a 193 países, muchos de ellos representados al máximo nivel, que recibieron con sorpresa unas críticas ácidas que incluyeron reclamos a quienes tienen “sangre en las manos” o que defienden sistemas políticos de dudosa calidad.
“En demasiados lugares vemos a líderes que reescriben constituciones, que manipulan elecciones y que dan otros pasos desesperados para agarrarse al poder”, afirmó.
Como viene siendo tradición desde hace medio siglo, Brasil abrió el turno de oradores entre los jefes de Estado, y se estrenó Michel Temer, quien llegó al poder tras la destitución de Dilma Rousseff por un juicio político.
Cuando comenzó a hablar, algunas delegaciones latinoamericanas decidieron ausentarse de la sala, en medio del jaleo que de por sí había porque fue un comienzo de sesión caótico, pero Temer aprovechó para reafirmar su “compromiso inquebrantable con la democracia”.
“Brasil acaba de vivir un proceso largo y complejo, dirigido por el Congreso nacional y la Corte Suprema”, afirmó Temer. “He de recalcar que todo tuvo lugar en el absoluto respeto del orden constitucional”, insistió.
Mientras Temer se estrenaba en la ONU se estaba despidiendo el presidente estadounidense, Barack Obama, quien abandonará la Casa Blanca en enero próximo y cuya alocución era una de las más esperadas en Naciones Unidas.
Al igual que Ban, pero en términos menos ácidos, Obama insistió en que no habrá una “victoria militar” que pueda resolver el conflicto sirio, por lo que se necesita “el duro trabajo de la diplomacia para acabar con la violencia”.
Pero Obama utilizó términos más duros contra Rusia, como parte del choque dialéctico que mantienen los dos países en los últimos días por acciones armadas en ese país que han aflorado una rivalidad que recuerda los tiempos de la Guerra Fría.
“Estamos viendo cómo Rusia trata de recuperar su gloria perdida a través de la fuerza”, dijo Obama.
“Si Rusia sigue interfiriendo en los asuntos de sus vecinos, (…) con el tiempo menguará su estatura (internacional) y hará menos seguras sus fronteras”, agregó.
El presidente francés, François Hollande, también pidió que quienes están interviniendo en Siria reafirmen su compromiso con la paz y eviten que la comunidad internacional vea esta etapa como una “vergüenza” por ser incapaz de parar la guerra en ese país.
“Sólo tengo una cosa que decir: ya basta”, afirmó.
La primera jornada de las sesiones de alto nivel de la Asamblea General permitió que se estrenara también el presidente argentino, Mauricio Macri, quien se comprometió a aceptar más refugiados sirios, cumpliendo con la tradición de asilo de su país.
“Convivimos pacíficamente cristianos, judíos y musulmanes. Somos una sociedad que se enriquece de la diversidad; somos una sociedad abierta”, afirmó Macri.
También se estrenó la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, que, a su turno, pidió acabar con la “matanza escandalosa” que afecta a Siria y a unir esfuerzos internacionales para acabar con los extremismos”.
“Tenemos que abordar toda la gama de extremismos, el violento y el no violento, el islamista y el neonazi, el odio en todas sus formas”, afirmó May.