La “cínica” respuesta del presidente Enrique Peña Nieto a la desaparición forzada de 43 estudiantes en 2014 “ilustra la insensata actitud que ha sostenido el gobierno mexicano hacia los derechos humanos”, afirmó hoy Amnistía Internacional (AI).
“La tragedia de Ayotzinapa ha expuesto cómo la Administración del presidente Peña Nieto no se detendrá ante nada para encubrir las violaciones a los derechos humanos que ocurren en México,” dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI, de acuerdo con un comunicado de la organización.
Aseveró que las autoridades mexicanas “han hecho todo lo que han podido” para obstruir la justicia y proteger su imagen, “desde no haber impedido el ataque contra los estudiantes hasta prevenir esfuerzos internacionales para descubrir la verdad y desestimar las quejas sobre la forma en la que la investigación ha sido manejada”.
Según la versión oficial de lo ocurrido el 26 de septiembre de 2014, los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa fueron detenidos por policías del municipio de Iguala, Guerrero, y entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron y quemaron sus cuerpos en un vertedero de basura.
Esta narrativa ha sido puesta en duda por los familiares de las víctimas y por expertos internacionales.
AI apuntó en el comunicado que “tras una investigación forense de un año, un grupo de expertos designados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos concluyó que era científicamente imposible que ese número de cuerpos fueran incinerados en un basurero en las condiciones que dicen las autoridades, conclusión compartida por otros expertos que han tenido acceso al caso”.
Este miércoles, el representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los DDHH en México, Jan Jarab, compartió con los padres de los desaparecidos su “dolor y frustración” y los felicitó por su fuerza, durante una visita a la escuela de Ayotzinapa en el municipio de Tixtla, Guerrero.
Jarab habló de un caso que “no está totalmente esclarecido” al desconocerse el paradero de los 43, y abogó por lograr que se cumplan cuatro pilares fundamentales en este caso: Verdad, justicia, reparación del daño y garantía de no repetición de los hechos.
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